A los 12 minutos del segundo tiempo el cuarto árbitro levantó el cartel electrónico y marcó el cambio: afuera Nicolás Bertolo, andentro Tomás Andrade. No era un cambio más, sino que se producía el debut en primera de un chico que genera muchas expectativas en River.
Rápidamente, el juvenil entró en ritmo y se animó a practicar su juego. Hasta tuvo la chance de marcar el gol del triunfo en el 0-0 ante Vélez, pero el palo le dijo que no. Así y todo, la tarde fue perfecta para él... logró el objetivo por el que tanto luchó.
"Estuve muchos días llorando, porque quizás no tenía la posibilidad, me ponía mal. Me entrenaba mucho todos los días", confesó un Andrade muy emocionado, luego del partido y agregó: "Es que es un sueño cumplido. Le agradezco al técnico y a toda la gente del club, que siempre me ayudaron mucho y son parte de este sueño. Y a mi familia principalmente, mis papás, mi novia, mis hermanos".
"Yo solo sé lo que me esforcé y lo que me rompí para poder lograrlo", completó el chico.
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