Alumnos representaron las ejecuciones ocurridas durante la última dictadura militar. El intendente de la ciudad dijo que fue "sin mal gusto".
Un acto escolar cordobés alusivo al Día de la Memoria, Verdad y Justicia generó gran controversia. Allí no solo se recreó cómo fue la lucha de las de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, de cómo se vivió la disputa del Mundial de fútbol de 1978 en el país y de cómo se inició la guerra de las Islas Malvinas sino que se representaron los fusilamientos que se produjeron durante la dictadura militar.
Las imágenes de estas representaciones, llevadas adelante por chicos del colegio Alfredo Benítez, situado en la ciudad cordobesa de La Cumbre, se viralizaron con rapidez y las críticas no tardaron en llegar.
Allí se puede ver a varios chicos que, en el rol de detenidos, son ejecutados por otros disfrazados de militares.
Ante la polémica, el intendente Rubén Ovelar se mostró despreocupado y salió a poner paños fríos. "Fue un buen simulacro, sin mal gusto. Creo que estamos hipersensibilizados con ese tema. Hay opiniones diversas, pero no hay que meter a los niños en esto. Tampoco fue la representación de una ejecución: había algunos que estaban vestidos de militares y otros que se tiraron al suelo. Por lo menos, a mi manera de ver, fue una metáfora, sin apología de nada", se defendió.
Un acto escolar cordobés alusivo al Día de la Memoria, Verdad y Justicia generó gran controversia. Allí no solo se recreó cómo fue la lucha de las de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, de cómo se vivió la disputa del Mundial de fútbol de 1978 en el país y de cómo se inició la guerra de las Islas Malvinas sino que se representaron los fusilamientos que se produjeron durante la dictadura militar.
Las imágenes de estas representaciones, llevadas adelante por chicos del colegio Alfredo Benítez, situado en la ciudad cordobesa de La Cumbre, se viralizaron con rapidez y las críticas no tardaron en llegar.
Allí se puede ver a varios chicos que, en el rol de detenidos, son ejecutados por otros disfrazados de militares.
Ante la polémica, el intendente Rubén Ovelar se mostró despreocupado y salió a poner paños fríos. "Fue un buen simulacro, sin mal gusto. Creo que estamos hipersensibilizados con ese tema. Hay opiniones diversas, pero no hay que meter a los niños en esto. Tampoco fue la representación de una ejecución: había algunos que estaban vestidos de militares y otros que se tiraron al suelo. Por lo menos, a mi manera de ver, fue una metáfora, sin apología de nada", se defendió.
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