El presidente electo de Francia se dirigió “a todos los ciudadanos sin importar su elección” tras derrotar a la derechista Marine Le Pen en la segunda vuelta y aseguró que “una nueva página de la historia empieza hoy”. “Quiero que sea una página de esperanza y confianza”, señaló
El mandatario electo dio su primer discurso tras su triunfo electoral ante una multitud enfervorizada. "Lo que hicimos no tiene precedente ni equivalente", sostuvo.
Con el "Himno de la alegría" como telón de fondo, el presidente electo de Francia, Emmanuel Macron, llegó hasta el escenario montado frente al Museo del Louvre, en París, para darse su primer baño de masas tras el rutilante triunfo electoral sobre la ultraderechista Marine Le Pen. Vitoreado por miles de seguidores, Macron trazó este domingo las líneas de lo que espera sea su mandato.
"Lo que hemos hecho desde hace tantos meses no tiene precedente ni equivalente. Todo el mundo decía que era imposible. ¡Porque no conocían Francia!", dijo el político, en referencia a la fundación de su movimiento "En Marche!", con el que montó la plataforma necesaria para sustentar su candidatura. Sin embargo, carece de parlamentarios, por lo que recordó la necesidad de "construir una mayoría verdadera, fuerte, una mayoría del cambio que el país requiere".
Las elecciones parlamentarias en Francia serán en junio, y Macron está obligado a obtener un número de parlamentarios que le permita gobernar tranquilo. Sin embargo, dicha posibilidad se ve lejana, por lo que es muy probable que el joven dirigente, de 39 años, se vea forzado a negociar con otros partidos. Macron reconoció que la tarea que viene ahora es "inmensa" y por ello pidió ayuda a sus seguidores, "porque los sigo necesitando".
Tras mencionar a Marine Le Pen, pidió que no se abucheara su nombre, recordando que su misión como jefe de Estado será reconciliar a Francia. Con respecto a quienes votaron por la ultraderecha, dijo entender que "han manifestado enfado, desconcierto, a veces convicciones", pero agregó que trabajará con ahínco para que, dentro de cinco años, los franceses "no tengan ninguna razón para votar al extremismo".
Antes de este discurso ante sus seguidores, Macron había hablado de forma solemne desde su cuartel general de campaña. Allí prometió trabajar para "restablecer los vínculos entre Europa y los ciudadanos" y aseguró que defenderá "Francia, sus intereses vitales y su imagen. Asumo el compromiso ante ustedes. Defenderé Europa y a Francia. Está en juego nuestra civilización, nuestra manera de ser libres".
Macron, que nunca antes había competido por un cargo público, obtenía el 64,88 por ciento de los votos, con el 92 por ciento de los sufragios escrutados. Marine Le Pen, en tanto, sumaba un 35,12 por ciento. Tras finalizar su acto frente al Louvre, los presentes entonaron el himno de Francia. Pese a ello, el Frente Nacional criticó que, en la obertura, se escucharan los acordes del himno oficial de la Unión Europea, basado en la Novena Sinfonía de Beethoven.
El mandatario electo dio su primer discurso tras su triunfo electoral ante una multitud enfervorizada. "Lo que hicimos no tiene precedente ni equivalente", sostuvo.
Con el "Himno de la alegría" como telón de fondo, el presidente electo de Francia, Emmanuel Macron, llegó hasta el escenario montado frente al Museo del Louvre, en París, para darse su primer baño de masas tras el rutilante triunfo electoral sobre la ultraderechista Marine Le Pen. Vitoreado por miles de seguidores, Macron trazó este domingo las líneas de lo que espera sea su mandato.
"Lo que hemos hecho desde hace tantos meses no tiene precedente ni equivalente. Todo el mundo decía que era imposible. ¡Porque no conocían Francia!", dijo el político, en referencia a la fundación de su movimiento "En Marche!", con el que montó la plataforma necesaria para sustentar su candidatura. Sin embargo, carece de parlamentarios, por lo que recordó la necesidad de "construir una mayoría verdadera, fuerte, una mayoría del cambio que el país requiere".
Las elecciones parlamentarias en Francia serán en junio, y Macron está obligado a obtener un número de parlamentarios que le permita gobernar tranquilo. Sin embargo, dicha posibilidad se ve lejana, por lo que es muy probable que el joven dirigente, de 39 años, se vea forzado a negociar con otros partidos. Macron reconoció que la tarea que viene ahora es "inmensa" y por ello pidió ayuda a sus seguidores, "porque los sigo necesitando".
Tras mencionar a Marine Le Pen, pidió que no se abucheara su nombre, recordando que su misión como jefe de Estado será reconciliar a Francia. Con respecto a quienes votaron por la ultraderecha, dijo entender que "han manifestado enfado, desconcierto, a veces convicciones", pero agregó que trabajará con ahínco para que, dentro de cinco años, los franceses "no tengan ninguna razón para votar al extremismo".
Antes de este discurso ante sus seguidores, Macron había hablado de forma solemne desde su cuartel general de campaña. Allí prometió trabajar para "restablecer los vínculos entre Europa y los ciudadanos" y aseguró que defenderá "Francia, sus intereses vitales y su imagen. Asumo el compromiso ante ustedes. Defenderé Europa y a Francia. Está en juego nuestra civilización, nuestra manera de ser libres".
Macron, que nunca antes había competido por un cargo público, obtenía el 64,88 por ciento de los votos, con el 92 por ciento de los sufragios escrutados. Marine Le Pen, en tanto, sumaba un 35,12 por ciento. Tras finalizar su acto frente al Louvre, los presentes entonaron el himno de Francia. Pese a ello, el Frente Nacional criticó que, en la obertura, se escucharan los acordes del himno oficial de la Unión Europea, basado en la Novena Sinfonía de Beethoven.
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