La CGT convocó a una marcha el 22 de agosto, pero evitó llamar a un paro

Los gremios denunciaron que la política económica de Macri genera desempleo y reclamaron que no se sancione una reforma laboral.



En plenario, la CGT ratificó la convocatoria para el 22 de agosto y descartó la posibilidad de un paro general en lo inmediata, aunque cuestionó al Gobierno por el programa económico “que desalienta la producción, agudiza la pobreza y ejecuta despidos”. Además, las autoridades cuestionaron la intervención de los sindicatos.

También se resolvió convocar a un Comité Confederal, aún sin fecha, para definir un plan de lucha, cuyas características dependerán en gran medida del resultado electoral de las PASO y de las generales de octubre.

El encuentro se realizó en medio de un fuerte malestar con la gestión macrista que puso en marcha un proceso de reunificación total de la CGT, pese a que finalmente los gremios del Movimiento de Acción Sindical de la Argentina (MASA), que acaban de volver a la vida interna de la entidad de la calle Azopardo, no asistieron al encuentro.

En el documento, los gremialistas advirtieron a la Casa Rosada que “la quita o retroceso en los derechos fundamentales e históricos de los trabajadores no serán objeto de negociación alguna” y que defenderán “la plena vigencia de la legislación laboral, los Convenios Colectivos de Trabajo, los sistemas de seguridad social, la justicia laboral y el modelo sindical”.

Sobre la posibilidad de que el Gobierno busque impulsar una “flexibilización laboral” similar a la que se aprobó Brasil semanas atrás, la CGT señaló que no permitirá que “se agiten nuevamente las banderas de una reforma que avasalle los derechos laborales conquistados”.

“El sindicalismo argentino no puede aceptar que los trabajadores nuevamente seamos la variable de ajuste de un programa económico que desalienta la producción, agudiza la pobreza, ejecuta despidos y suspensiones, mientras que, sin inversiones genuinas y productivas, se toleran altas tasas de interés haciendo crecer la especulación financiera”, se quejó la central en el escrito leído durante el encuentro.

Sobre las recientes intervenciones de gremios (SOMU, Canillitas, Seguridad Privada y Azucareros) y allanamientos (Camioneros, Estaciones de servicios), planteó: “Condenamos y exigimos el cese de las abusivas intervenciones en los sindicatos y el intolerable e injustificado ataque a los dirigentes sindicales”.

A su vez, la CGT recordó que frente a “la persistencia de altos índices inflacionarios, ausencia de inversiones productivas, caída de la actividad económica y pérdida de empleo, el movimiento obrero organizado ha dado muestras de responsabilidad en función de aportar al bien común y a la paz social”.

Los integrantes del triunvirato Juan Carlos Schmid y Héctor Daer fueron los encargados de cerrar el acto, con discursos en los que se comprometieron a defender las conquistas y derechos laborales, en línea con el documento leído, pero plantearon la necesidad de “emprender una lucha organizada que nos lleve a un triunfo y no a aventuras”.

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