"Lo pasó por arriba como si nada", dijo el cuidacoches que vio la muerte del rugbier en Mendoza

Así declaró un trapito, único testigo del crimen del rugbier Genaro Fortunato, atropellado por su novia a la salida de un boliche en la ciudad de San Rafael.



Un trapito que se encontraba haciendo su trabajo en cercanías del boliche "La Mona" de la provicnia argentina de Mendoza, es el único testigo de la muerte de Genaro Fortunato, el joven rugbier de 25 años de edad que falleció tras ser atropellado por su propia novia, Julieta Silva (29 años de edad) a la salida del lugar.

La mujer se encuentra detenida en el penal de San Rafael y está acusada de "homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía".

"Estaba en la puerta, al frente de la playa. Cuando salen del bar se van caminando. Ella iba un poco más adelante que el pibe. Le pregunto si se iba. Él me dijo que sí, que lo siguiera para que me pagara el auto. Los acompaño y cuando llegamos al frente del auto ella ya estaba adentro del vehículo", dijo el testigo, quien además aseguró que Silva, a su novio,"lo pasó por arriba directamente, como si nada".

"El auto estaba estacionado en paralelo, no sobre la calle. Ellos estaban hablando ahí, yo estaba parado. Como los vi medio discutiendo me crucé al otro lado de la calle. Ella arrancó el auto. Me quedé del otro lado. La piba metió marcha atrás, él venía a la par. Bajó la ventanilla porque él se la golpeó para pedirle algo y salió ligero. El muchacho se agarró de la parte de la ventanilla y habrá hecho 15 metros hasta caer al piso", comentó para finalizar.

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