Se trata del peor ataque que ha sufrido el país africano en su historia.
Un atentado con camiones bomba perpetrado el sábado por supuestos miembros de la organización terrorista Al Shabab en Mogadiscio, capital de Somalia, dejó al menos 237 personas fallecidas y causó también más de 350 heridos, confirmaron este domingo fuentes sanitarias a Efe.
Los hospitales, faltos de medicamentos y sangre, están totalmente desbordados mientras intentan salvar la vida de los heridos por el ataque contra el hotel Safari y un concurrido mercado de la ciudad, que con este último balance provisional de decesos se coloca como el peor que ha sufrido el país en su historia.
Según los medios locales, la gran mayoría de los fallecidos en el atentado, del que Al Shabab aún no ha reclamado la autoría, eran civiles, principalmente vendedores ambulantes que comerciaban en la que era una de las calles más transitadas de la ciudad.
Esta organización terrorista, que se afilió en 2012 a la red internacional de Al Qaeda, controla parte del territorio en el centro y el sur del país y aspira a instaurar un Estado islámico de corte wahabí en Somalia.
Este país del este de África vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó a la nación sin gobierno efectivo y en manos de milicias radicales islámicas, señores de la guerra que responden a los intereses de un clan determinado y bandas de delincuentes armados.
Un atentado con camiones bomba perpetrado el sábado por supuestos miembros de la organización terrorista Al Shabab en Mogadiscio, capital de Somalia, dejó al menos 237 personas fallecidas y causó también más de 350 heridos, confirmaron este domingo fuentes sanitarias a Efe.
Los hospitales, faltos de medicamentos y sangre, están totalmente desbordados mientras intentan salvar la vida de los heridos por el ataque contra el hotel Safari y un concurrido mercado de la ciudad, que con este último balance provisional de decesos se coloca como el peor que ha sufrido el país en su historia.
Según los medios locales, la gran mayoría de los fallecidos en el atentado, del que Al Shabab aún no ha reclamado la autoría, eran civiles, principalmente vendedores ambulantes que comerciaban en la que era una de las calles más transitadas de la ciudad.
Esta organización terrorista, que se afilió en 2012 a la red internacional de Al Qaeda, controla parte del territorio en el centro y el sur del país y aspira a instaurar un Estado islámico de corte wahabí en Somalia.
Este país del este de África vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó a la nación sin gobierno efectivo y en manos de milicias radicales islámicas, señores de la guerra que responden a los intereses de un clan determinado y bandas de delincuentes armados.
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