Acribillaron de 5 tiros a un policía para robarle el auto

Estaba con su novia, en La Matanza, cuando lo sorprendieron al menos dos ladrones. El sargento de la Federal tenía 39 años y 4 hijos. Los asaltantes se llevaron su coche y su arma.


Era alrededor de la una de la madrugada. Luis Rodríguez –de 39 años, sargento de la Policía Federal– y su novia Lorena charlaban sentados adentro del auto. De repente aparecieron entre dos y tres asaltantes en otro coche que los encañonaron y los obligaron a bajar para robarles. A la mujer le quitaron un celular y un bolso. Asustada, ella se puso a correr para escapar. Pero el sargento casi no pudo defenderse: lo acribillaron de varios disparos en las brazos, en la ingle, el tórax y la espalda. Horas después, moriría en el hospital.

El trágico hecho sucedió en la madrugada de ayer en La Haya y Asia, en la localidad de Isidro Casanova, partido de La Matanza.

El sargento Rodríguez –separado y con cuatro hijos– había acordado encontrarse con su novia en esa esquina, frente a un complejo de monoblocks. Antes de poner en marcha su Chevrolet Corsa, la pareja se quedó conversando por algunos minutos con el vehículo estacionado. El estaba vestido de civil. “En ese momento se les aparecieron tres asaltantes y al rato se habría dado un enfrentamiento”, dijo un vocero del caso.

La secuencia había comenzado con gritos, amenazas y el robo de un celular y el bolso a la mujer. Tanto ella como Rodríguez habían sido obligados a bajar del Corsa. Lo que ayer todavía no había sido precisado del todo (había al menos dos versiones sobre la secuencia entre las fuentes consultadas por Clarín) era si el policía lo hizo empuñando el arma y si alcanzó a dispararla.

“La mujer escuchó varios tiros y cuando se acercó, se encontró con el sargento tirado en el pavimento y ensangrentado”, describió otro vocero. Tampoco había certezas de cuántos asaltantes participaron en el hecho. La sospecha es que fueron entre tres y cinco hombres que se movían en un Corsa color azul.

Rodríguez recibió dos tiros en los brazos, el tórax, otro en la ingle y un quinto tiro por la espalda. La saña con la que lo asesinaron indicaría que hizo algún intento por reaccionar. Todo terminaría mal.

Luego de acribillarlo, los ladrones dejaron abandonado al sargento agonizante y escaparon llevándose su coche y el arma reglamentaria.

El policía fue llevado en muy grave estado al Hospital Paroissien, en La Matanza. Pero allí ya no pudieron hacer nada. Rodríguez murió alrededor de las 8, tras siete horas de agonía. “Lo pusieron muy mal, casi que no alcanzó ni a moverse. Y le dispararon desde distintas posiciones”, explicó una fuente.

“Rodríguez estaba separado de hecho, tenía cuatro hijos y vivía en Isidro Casanova. Había entrado a la Fuerza en 1994 y cumplía tareas en la comisaría 34°, en el barrio de Nueva Pompeya”, acotó. Es el sexto agente de la Fuerza que matan este año en la zona metropolitana.

El crimen es investigado por el fiscal Gastón Bianchi –de la UFI N° 3 de La Matanza– y la seccional 1° de Isidro Casanova. Anoche aún no había ningún detenido ni había aparecido el Corsa de la víctima.

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