El arquero de Porto habló sobre su salida del club merengue y señaló que quiere evitar la confrontación pública con Mourinho
El ex arquero de Real Madrid Iker Casillas aseguró no arrepentirse de nada respecto a su pasado y su polémica salida del club merengue después de 16 temporadas en el primer equipo. "Preferí guardar silencio para no hacer daño a mi club. Ya hablaban otros, no por mí, sino de mí. Mucha gente me dice que tendría que haber dado un puñetazo en la mesa pero preferí estar callado. No me arrepiento de nada", aseguró Casillas, ahora en Porto, en una entrevista publicada por la revista Papel.
Casillas, idolatrado por los hinchas de Real Madrid casi hasta el final de su etapa en el Santiago Bernabéu, vio cómo las loas se convirtieron en abucheos de parte de la tribuna en 2013 tras su enfrentamiento con su entonces entrenador, Jose Mourinho, y una lesión en la mano. "Cuando me lesioné empecé a notar una corriente de noticias. Me di cuenta de que era cuando más hablaban de mí. Fue raro, sospechoso. Puede ser que desde fuera hubiera intereses contra mí", especuló el futbolista de 34 años.
El capitán de la selección española se mostró dolido con su pasado reciente. "Lo que me duele es que en partidos importantes, como contra el Valencia, cuando nos jugábamos la Liga, hubiera silbidos. Lo importante era animar el equipo, no que Casillas fuera el centro de atención", explica.
El arquero evitó la confrontación pública con Mourinho: "Lo que teníamos que decirnos lo hablamos en su día a la cara (...) No creo que diga nunca nada de este tema, porque no lo hice públicamente en su día. La gente ya sabía lo que había. No tuvimos buena relación al final". "Nunca hablaré mal del Real Madrid ni de su presidente. Este club me enseñó unos valores y una educación. Ahora sería fácil 'rajar' (hablar mal), pero también sería de cobardes hacerlo ahora porque no hablé en su momento", agregó.
Casillas se despidió en julio de Real Madrid y fichó por Porto, donde espera dejar atrás el pasado. "Mi despedida de Real Madrid -llorando solo en la sala de prensa del Santiago Bernabéu- fue la que fue. No voy a compararla con la de otros jugadores. Es la mía y la que quedara", resumió.
El ex arquero de Real Madrid Iker Casillas aseguró no arrepentirse de nada respecto a su pasado y su polémica salida del club merengue después de 16 temporadas en el primer equipo. "Preferí guardar silencio para no hacer daño a mi club. Ya hablaban otros, no por mí, sino de mí. Mucha gente me dice que tendría que haber dado un puñetazo en la mesa pero preferí estar callado. No me arrepiento de nada", aseguró Casillas, ahora en Porto, en una entrevista publicada por la revista Papel.
Casillas, idolatrado por los hinchas de Real Madrid casi hasta el final de su etapa en el Santiago Bernabéu, vio cómo las loas se convirtieron en abucheos de parte de la tribuna en 2013 tras su enfrentamiento con su entonces entrenador, Jose Mourinho, y una lesión en la mano. "Cuando me lesioné empecé a notar una corriente de noticias. Me di cuenta de que era cuando más hablaban de mí. Fue raro, sospechoso. Puede ser que desde fuera hubiera intereses contra mí", especuló el futbolista de 34 años.
El capitán de la selección española se mostró dolido con su pasado reciente. "Lo que me duele es que en partidos importantes, como contra el Valencia, cuando nos jugábamos la Liga, hubiera silbidos. Lo importante era animar el equipo, no que Casillas fuera el centro de atención", explica.
El arquero evitó la confrontación pública con Mourinho: "Lo que teníamos que decirnos lo hablamos en su día a la cara (...) No creo que diga nunca nada de este tema, porque no lo hice públicamente en su día. La gente ya sabía lo que había. No tuvimos buena relación al final". "Nunca hablaré mal del Real Madrid ni de su presidente. Este club me enseñó unos valores y una educación. Ahora sería fácil 'rajar' (hablar mal), pero también sería de cobardes hacerlo ahora porque no hablé en su momento", agregó.
Casillas se despidió en julio de Real Madrid y fichó por Porto, donde espera dejar atrás el pasado. "Mi despedida de Real Madrid -llorando solo en la sala de prensa del Santiago Bernabéu- fue la que fue. No voy a compararla con la de otros jugadores. Es la mía y la que quedara", resumió.
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