Sabotaje en el Hospital Posadas

Un resonador magnético apareció dañado con una silla de ruedas en el centro médico de El Palomar; la nueva gestión cree que se trata de trabajadores que temen despidos.



El director del Hospital Posadas, Alberto Díaz Legaspe, confirmó hoy que una silla de ruedas terminó el domingo pasado incrustada en un resonador magnético, el único público para miles de vecinos del oeste del conurbano bonaerense.

Se trata de un supuesto accidente que se suma a una serie de "casuales" daños: roturas simultáneas de ascensores, de refrigeración de medicamentos, de aires acondicionados.

El titular del Hospital Posadas no descartó que se trate de un sabotaje, ya que los incidentes comenzaron luego de que trascendiera un plan de recorte de contratados que ingresaron de la mano de la intervención anterior, que respondía a Nuevo Encuentro, el partido político de Martín Sabbatella, ex intendente y derrotado candidato a vicegobernador bonaerense.

"Este hospital ha sido muy usado para la política, para los intereses personales, cuando lo único que se debiera tener interés en atender a la gente, porque al Hospital Posadas entran 3 mil personas por día para recibir atención médica", consideró y, aunque no lo nombró, reconoció que la intervención anterior "la manejaba el ex intendente" Sabbatella.

Alberto Díaz Legaspe reconoció que cuando "el domingo se rompió el aparato resonador, dolió mucho porque se lo había reparado hace poco. Hubo un acto de negligencia absoluto" y recordó que "la semana pasada se descompusieron todos los ascensores juntos, no hay refrigeración en las oficinas de los directores, se rompen las heladeras del vacunatorio. Hay 30 resonancias por día que vamos a tener que salir a ver quién las puede hacer", concluyó.

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