La víctima fue atacada en un puesto de comida callejero. Su hija había sido acribillada en un crimen con el sello narco.
Pocas horas después de la remoción del jefe de la Policía de la provincia de Santa Fe, un nuevo crimen vinculado a la venta de drogas sacudió anoche a Rosario. En esta oportunidad la víctima fue el ex suegro del empresario Luis Medina, asesinado a fines de 2013 junto a su novia y sindicado como uno de los principales narcotraficantes de la ciudad.
Según informaron voceros del caso, el homicidio se registró alrededor de la una de la mañana en la intersección de Mendoza y Circunvalación. Hasta allí llegaron dos hombres a bordo de una moto para disparar contra Gustavo Pérez Castelli, quien se encontraba junto a un puesto de venta de comida de la zona.
De acuerdo a fuentes judiciales, los atacantes le dispararon entre cuatro y cinco veces en el rostro, causándole heridas fatales en la boca, la sien y la cabeza. La inspección preliminar del cadáver reveló además que la víctima había sufrido un profundo corte en la oreja izquierda.
Si bien una versión apuntaba a una empleada del carrito de comidas como testigo presencial del crimen, desde el Ministerio Público de la Acusación señalaron que los testimonios recabados hasta el momento sólo se refieren al momento posterior al asesinato del hombre de 55 años.
En este sentido, detallaron que los homicidas escaparon en dirección hacia el sur y se espera el material registrado por las cámaras de seguridad de la zona para terminar de esclarecer cómo se produjo el crimen.
La primera hipótesis en torno al ataque fatal se orienta hacia problemas relacionados con el negocio de la droga. Los antecedentes dan fuerza a esa línea de investigación: la hija de Pérez Castelli, María Justina, estaba en pareja con Luis Medina, un empresario sospechado de ser uno de narcotraficantes más importantes de Rosario.
Tanto la modelo de 23 años como su novio fueron ejecutados a balazos la madrugada del 29 de diciembre de 2013, cuando ambos circulaban en un auto por la zona sudeste de la ciudad. Desde entonces, la investigación por ese doble homicidio no avanzó en la identificación de posibles autores o la determinación del móvil.
Fuente: Clarin
Pocas horas después de la remoción del jefe de la Policía de la provincia de Santa Fe, un nuevo crimen vinculado a la venta de drogas sacudió anoche a Rosario. En esta oportunidad la víctima fue el ex suegro del empresario Luis Medina, asesinado a fines de 2013 junto a su novia y sindicado como uno de los principales narcotraficantes de la ciudad.
Según informaron voceros del caso, el homicidio se registró alrededor de la una de la mañana en la intersección de Mendoza y Circunvalación. Hasta allí llegaron dos hombres a bordo de una moto para disparar contra Gustavo Pérez Castelli, quien se encontraba junto a un puesto de venta de comida de la zona.
De acuerdo a fuentes judiciales, los atacantes le dispararon entre cuatro y cinco veces en el rostro, causándole heridas fatales en la boca, la sien y la cabeza. La inspección preliminar del cadáver reveló además que la víctima había sufrido un profundo corte en la oreja izquierda.
Si bien una versión apuntaba a una empleada del carrito de comidas como testigo presencial del crimen, desde el Ministerio Público de la Acusación señalaron que los testimonios recabados hasta el momento sólo se refieren al momento posterior al asesinato del hombre de 55 años.
En este sentido, detallaron que los homicidas escaparon en dirección hacia el sur y se espera el material registrado por las cámaras de seguridad de la zona para terminar de esclarecer cómo se produjo el crimen.
La primera hipótesis en torno al ataque fatal se orienta hacia problemas relacionados con el negocio de la droga. Los antecedentes dan fuerza a esa línea de investigación: la hija de Pérez Castelli, María Justina, estaba en pareja con Luis Medina, un empresario sospechado de ser uno de narcotraficantes más importantes de Rosario.
Tanto la modelo de 23 años como su novio fueron ejecutados a balazos la madrugada del 29 de diciembre de 2013, cuando ambos circulaban en un auto por la zona sudeste de la ciudad. Desde entonces, la investigación por ese doble homicidio no avanzó en la identificación de posibles autores o la determinación del móvil.
Fuente: Clarin
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