El presidente del gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, constató este miércoles con el socialista Pedro Sánchez que no cuenta con los apoyos suficientes para ser reelecto al frente del Ejecutivo, pero se aferra a la "voluntad de todos de evitar unas nuevas elecciones" para no bajar los brazos.

Rajoy insistió en que unas terceras elecciones serían "un disparate" y aseguró que se presentará a la sesión de investidura salvo que tenga la certeza de que su reelección es imposible, lo que lo obligaría a abrir un "período de reflexión" tanto a él como al resto de partidos.
"Tengo interés en ir a la investidura, tengo interés en gobernar y tengo la responsabilidad de intentarlo", pero "si tengo la seguridad de que es imposible que me elijan tendría que hacer una reflexión", y "los demás también tendrían que pensar qué salida le vamos a dar a esto", dijo Rajoy en conferencia de prensa tras cerrar con Sánchez su primera ronda de contactos con los partidos opositores sin haber sumado ningún apoyo a su investidura.
"Si Ciudadanos se abstiene y el Partido Socialista vota en contra yo no puedo gobernar", reconoció Rajoy, después de que los líderes de ambos partidos confirmaran que ese sería el sentido de su voto.
"Creo que sería una locura repetir las elecciones en España y de hecho eso lo dicen todos, lo cual es reconfortante, pero veremos cómo actúa cada uno en consecuencia", apuntó el dirigente conservador.
"Todos manifestaron su voluntad de seguir hablando conmigo, no hay nadie que haya dicho que no quiere hablar conmigo y eso es positivo", añadió el líder del Partido Popular (PP), cuya voluntad es "seguir dando batalla" para convencer a los partidos opositores de la necesidad de formar gobierno "con la mayor celeridad".
Con el tiempo apremiando debido a que España está en una situación interina desde las elecciones del 20 de diciembre, Rajoy igualmente transmitió la idea de que aún tiene margen porque "ni se constituyeron las nuevas Cortes Generales -el acto formal será el 19 de julio- ni el rey le encargo formar gobierno", recordó.
"Nosotros no vamos a negociar nada con Mariano Rajoy. Discutir todo lo que quiera pero negociar nada", dijo, sin embargo, Sánchez, tras ratificar que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) votará en contra de la investidura del dirigente conservador.
A pesar de ello, el Secretario General del PSOE mantiene todas las opciones abiertas, ya que no descartó intentar una investidura alternativa si Rajoy fracasa y tampoco excluyó del todo la posibilidad de abstenerse al asegurar que "al día de hoy" su partido se reafirma en su voto contrario a la investidura de Rajoy.
Tras reunirse con el dirigente conservador durante una hora y 20 minutos, Sánchez sostuvo que el encuentro había sido "cordial", pero que estaba "preocupado" porque 16 días después de las elecciones Rajoy "no ha logrado sumar ni un escaño más a los 137 que obtuvo en las urnas".
"Es quien tiene más votos y escaños y, en consecuencia, tiene el derecho, la obligación y responsabilidad de intentar articular una mayoría suficiente para un gobierno estable", remarcó Sánchez, quien reiteró que Rajoy debe buscar entre "aliados potenciales", excluyendo al PSOE.
El PP de Rajoy ganó las elecciones del 26 de junio con 137 diputados, lejos de la mayoría en un parlamento de 350 escaños, y prácticamente todas sus posibilidades de mantenerse en el poder pasan por el PSOE, segunda fuerza con 85 diputados.
En caso de que el PP consiga el voto favorable de los liberales de Ciudadanos, que por ahora sólo está dispuesto a abstenerse, tendría que sumar también al Partido Nacionalista Vasco, con 5 diputados, a Coalición Canarias, con uno, y obtener al menos una abstención que solo le puede brindar el PSOE, puesto que Unidos Podemos se encuentra a las antípodas de los conservadores.
"El PP sabe que nuestra puerta es la única en la que no tiene nada que hacer", afirmó este miércoles Íñigo Errejón, "número dos" de Podemos, después de que el líder de ese partido, Pablo Iglesias, transmitiera a Rajoy el rechazo a su investidura.
Por su parte, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, confirmó que los 32 diputados de su partido votarán "no" a la investidura de Mariano Rajoy en primera elección y se abstendrán en la segunda, que tendrá lugar 48 horas después, con la intención de no obstruir la reelección del dirigente conservador.
"No hay otra alternativa", subrayó el dirigente centrista, quien este miércoles a la mañana reunió a la cúpula de su partido para tomar una decisión definitiva sobre el sentido de su voto ante la investidura de Rajoy.
Tras meses de vetar a Rajoy por considerarlo inhabilitado para seguir en el poder por estar manchado por la corrupción que ha aflorado en su partido, Rivera dio así un giro argumentando que es necesario "acabar con el bloqueo" en el que está instalada España y "poner en marcha la Legislatura", aunque reiteró que el PSOE es el único que puede permitirlo.
Consciente de ello, Sánchez recurrió al mismo mensaje que transmitió tras los comicios del 20 de diciembre al insistir en que la democracia "tiene sus plazos" y éste es "el tiempo de Rajoy".
También dijo que el PSOE "siempre estará en la solución", al ser consultado sobre si intentará forjar una mayoría alternativa al PP, y destacó que "el diálogo, la negociación y la capacidad de acuerdo es lo que puede desbloquear" esta situación.
"El PSOE va a dar lo mejor de sí mismo para que España pueda contar con el gobierno que merece", subrayó después.

Rajoy insistió en que unas terceras elecciones serían "un disparate" y aseguró que se presentará a la sesión de investidura salvo que tenga la certeza de que su reelección es imposible, lo que lo obligaría a abrir un "período de reflexión" tanto a él como al resto de partidos.
"Tengo interés en ir a la investidura, tengo interés en gobernar y tengo la responsabilidad de intentarlo", pero "si tengo la seguridad de que es imposible que me elijan tendría que hacer una reflexión", y "los demás también tendrían que pensar qué salida le vamos a dar a esto", dijo Rajoy en conferencia de prensa tras cerrar con Sánchez su primera ronda de contactos con los partidos opositores sin haber sumado ningún apoyo a su investidura.
"Si Ciudadanos se abstiene y el Partido Socialista vota en contra yo no puedo gobernar", reconoció Rajoy, después de que los líderes de ambos partidos confirmaran que ese sería el sentido de su voto.
"Creo que sería una locura repetir las elecciones en España y de hecho eso lo dicen todos, lo cual es reconfortante, pero veremos cómo actúa cada uno en consecuencia", apuntó el dirigente conservador.
"Todos manifestaron su voluntad de seguir hablando conmigo, no hay nadie que haya dicho que no quiere hablar conmigo y eso es positivo", añadió el líder del Partido Popular (PP), cuya voluntad es "seguir dando batalla" para convencer a los partidos opositores de la necesidad de formar gobierno "con la mayor celeridad".
Con el tiempo apremiando debido a que España está en una situación interina desde las elecciones del 20 de diciembre, Rajoy igualmente transmitió la idea de que aún tiene margen porque "ni se constituyeron las nuevas Cortes Generales -el acto formal será el 19 de julio- ni el rey le encargo formar gobierno", recordó.
"Nosotros no vamos a negociar nada con Mariano Rajoy. Discutir todo lo que quiera pero negociar nada", dijo, sin embargo, Sánchez, tras ratificar que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) votará en contra de la investidura del dirigente conservador.
A pesar de ello, el Secretario General del PSOE mantiene todas las opciones abiertas, ya que no descartó intentar una investidura alternativa si Rajoy fracasa y tampoco excluyó del todo la posibilidad de abstenerse al asegurar que "al día de hoy" su partido se reafirma en su voto contrario a la investidura de Rajoy.
Tras reunirse con el dirigente conservador durante una hora y 20 minutos, Sánchez sostuvo que el encuentro había sido "cordial", pero que estaba "preocupado" porque 16 días después de las elecciones Rajoy "no ha logrado sumar ni un escaño más a los 137 que obtuvo en las urnas".
"Es quien tiene más votos y escaños y, en consecuencia, tiene el derecho, la obligación y responsabilidad de intentar articular una mayoría suficiente para un gobierno estable", remarcó Sánchez, quien reiteró que Rajoy debe buscar entre "aliados potenciales", excluyendo al PSOE.
El PP de Rajoy ganó las elecciones del 26 de junio con 137 diputados, lejos de la mayoría en un parlamento de 350 escaños, y prácticamente todas sus posibilidades de mantenerse en el poder pasan por el PSOE, segunda fuerza con 85 diputados.
En caso de que el PP consiga el voto favorable de los liberales de Ciudadanos, que por ahora sólo está dispuesto a abstenerse, tendría que sumar también al Partido Nacionalista Vasco, con 5 diputados, a Coalición Canarias, con uno, y obtener al menos una abstención que solo le puede brindar el PSOE, puesto que Unidos Podemos se encuentra a las antípodas de los conservadores.
"El PP sabe que nuestra puerta es la única en la que no tiene nada que hacer", afirmó este miércoles Íñigo Errejón, "número dos" de Podemos, después de que el líder de ese partido, Pablo Iglesias, transmitiera a Rajoy el rechazo a su investidura.
Por su parte, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, confirmó que los 32 diputados de su partido votarán "no" a la investidura de Mariano Rajoy en primera elección y se abstendrán en la segunda, que tendrá lugar 48 horas después, con la intención de no obstruir la reelección del dirigente conservador.
"No hay otra alternativa", subrayó el dirigente centrista, quien este miércoles a la mañana reunió a la cúpula de su partido para tomar una decisión definitiva sobre el sentido de su voto ante la investidura de Rajoy.
Tras meses de vetar a Rajoy por considerarlo inhabilitado para seguir en el poder por estar manchado por la corrupción que ha aflorado en su partido, Rivera dio así un giro argumentando que es necesario "acabar con el bloqueo" en el que está instalada España y "poner en marcha la Legislatura", aunque reiteró que el PSOE es el único que puede permitirlo.
Consciente de ello, Sánchez recurrió al mismo mensaje que transmitió tras los comicios del 20 de diciembre al insistir en que la democracia "tiene sus plazos" y éste es "el tiempo de Rajoy".
También dijo que el PSOE "siempre estará en la solución", al ser consultado sobre si intentará forjar una mayoría alternativa al PP, y destacó que "el diálogo, la negociación y la capacidad de acuerdo es lo que puede desbloquear" esta situación.
"El PSOE va a dar lo mejor de sí mismo para que España pueda contar con el gobierno que merece", subrayó después.
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