
Luego de tres años y nueve meses, con la sentencia que comenzará a leerse mañana al mediodía, termina el juicio por las violaciones a los DDHH cometidas en el centro clandestino de detención La Perla, más grande del interior del país.
La megacausa La Perla aglutina 21 causas que contienen gran parte de los crímenes de lesa humanidad cometidos por bandas paramilitares y parapoliciales, el Ejército y la Policía cometieron en Córdoba incluso en democracia, antes del golpe de Estado cívico-militar del 24 de marzo de 1976.
Es que en Córdoba, el terrorismo de Estado comenzó a fines de febrero de 1974, cuando el gobernador constitucional Ricardo Obregón Cano fue destituido, por el jefe de la Policía cordobesa, comisario Antonio Navarro, con el apoyo explícito del ex presidente Juan Perón, hecho conocido como “El Navarrazo”.
A partir de ese quiebre democrático, durante la presidencia de Perón y su viuda Isabel Martínez, comenzaron a operar bandas armadas de ultraderecha bajo el amparo del Estado y comenzaron a funcionar centros de exterminio como Campo de la Ribera, Departamento de Informaciones (D2), Penitenciaría de San Martín; además de numerosas comisarías y destacamentos. En marzo de 1976, comenzó a funcionar La Perla, en el camino que une Córdoba con Villa Carlos Paz.
El CCD La Perla operó entre 1976 y 1978, fue el más grande del interior del país y el segundo en importancia después de Campo de Mayo, bajo jurisdicción del Ejército.
El juicio comenzó en diciembre de 2012 y constó de 350 audiencias, 600 testigos, 716 víctimas y 43 imputados. Los principales imputados son el entonces jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, general Luciano Benjamín Menéndez; el ex capitán Héctor Pedro Vergez, jefe del grupo paramilitar Comando Libertadores de América; y el ex mayor Ernesto “Nabo” Barreiro.
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