Polémica por presuntas irregularidades con los hisopados de Ezeiza

 La empresa a cargo no cuenta con antecedentes de análisis clínicos, y un bioquímico asegura que, pese a haber renunciado, siguen utilizando su firma.


Polémica y presuntas irregularidades con los hisopados de Ezeiza



Labpax es la firma que está a cargo de realizar los hisopados de las personas que llegan al país por el aeropuerto de Ezeiza. La Nación llevó adelante una investigación para conocer más respecto de la empresa y detectó que se trata de un laboratorio que no presenta antecedentes en análisis clínicos y está a cargo de dos monotributistas inscriptas en la categoría más baja. Las propietarias en cuestión son Paola Perillo Orellana, con una facturación de $ 18.000 por mes; y Laura Cáceres, quien puede facturar hasta $ 34.700 cada 30 días.


El hisopado rápido que deben realizarse los argentinos que llegan a Ezeiza tiene un costo de 2500 pesos. Esto significa que la empresa, que hace unos meses no existía, genera al menos cinco millones de pesos por día.


Por otra parte, los resultados que reciben los viajeros están firmados por el bioquímico Jorge Chizzolini, quien aseguran que continúan usando su nombre y matrícula, a pesar de que renunció el 31 de marzo.


Chizzolini había coordinado el trabajo de la Unidad Móvil de la Asociación Argentina de Técnicos y Auxiliares en Laboratorio de Análisis Clínicos (Aatalac) con el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires.


“Me convocaron por mi conocimiento y experiencia en el uso del kit diagnóstico que habíamos estado implementando con el móvil de Aatalac en la provincia. Tuve un contrato por tres meses, desde enero, para poner en función la amplificación isotérmica en el laboratorio en Ezeiza”, explicó a La Nación.


Y agrega: “Mientras estuve, puse a punto el uso del Neokit de investigadores del Instituto Milstein, que es una variación de la prueba de PCR. Lo que sucedió más allá de eso y de esos meses, no puedo informar”.


Respecto de su salida de Labpax, indicó: “Me desvinculé porque el proyecto no era de mi interés. Muchos años fui docente y estoy capacitando gente en el uso del Neokit y me siento más cómodo que con las tareas en Ezeiza”.


En otro orden, desde Aeropuertos Argentina 2000 iniciaron una auditoría atendiendo " los cuestionamientos sobre la calidad e idoneidad de los testeos de PCR y antígenos que viene realizando LabPax en Ezeiza”. Asimismo, aseguraron que, de ser necesario, pasarán al cese inmediato del acuerdo con la firma.


Los diputados nacionales Luis Petri, Alfredo Cornejo y Graciela Ocaña solicitaron acceder a la información pública y un pedido de informes en la Cámara de Diputados.


“Junto a @luispetri y @gracielaocana, tras la publicación de una nota periodística, realizamos un pedido de acceso a la información pública y de informes a la Cámara de Diputados para conocer en detalle el contrato de la empresa que realiza los testeos en Ezeiza”, escribió Cornejo en sus redes sociales.


A su vez, Petri preguntó: “¿Por qué los hisopados no los hace el Ministerio de Salud? ¿Por qué se tercerizaron a una empresa sin antecedentes y que fue creada el 1° de diciembre? ¿Por qué el Estado para algunas cosas monopoliza contrataciones y en otras permite hacer millonarios negocios a privados?”.


Los legisladores piden concretamente que Santiago Cafiero, jefe de Gabinete de la Nación, Carla Vizzotti, ministra de Salud, y Gabriel Katopodis, ministro de Obras Públicas, “informen verbalmente y por escrito” sobre las diferentes cuestiones que tienen que ver con la contratación. Entre estas, solicitan el detalle de los criterios y motivaciones que llevaron a la tercerización de ese servicio, modalidad de contratación, información de la empresa contratada y qué tipo de test se realizan, entre otros.


Por su parte, la empresa Labpax se pronunció tras el escándalo y respaldó su accionar en los testeos. A la vez, se refirieron a la irregularidad alertada por el bioquímico Jorge Chizzolini.


“La operatoria de testeos en el aeropuerto internacional de Ezeiza se lleva a cabo mediante los servicios de laboratorio de Sanity Care, que da servicios médicos allí desde 2017 y con trayectoria en el ámbito de la salud desde su fundación en 2009”, dijeron. Y agregaron: “Este proceso fue dirigido por el director técnico Jorge Chizzolini, quien se desempeñó profesionalmente y de manera idónea, hasta el día 15 de abril”.


En cuanto a lo sucedido con su firma, explican que si bien ingresó otra directora, Beatriz Liverllara, “por una cuestión de actualización del sistema de firma digital, su rúbrica comenzó a ser emitida en los certificados el día 19 de abril”.


Reconocen que la firma de Chizzolini quedó activada, pero lo minimizaron a “un mero registro de los procesos”: “Su firma digital no implica validación de cada test en forma individual”.


A la vez, mencionaron que LabPax dispone de “un innovador sistema móvil”, para dar “la prestación” para la que fueron contratados. “Este servicio se desarrolla en total cumplimiento de las especificaciones y normativas exigidas por el Ministerio de Salud de la Nación, medidas de bioseguridad, sanitarias y demás disposiciones legales, así como también las normas de otros países”, subrayaron.


Cabe mencionar que no hicieron referencia a la falta de antecedentes de la empresa, a su creación tan próxima a la creación ni a la categoría de sus fundadoras en el monotributo.



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