3.000 toneladas fueron rematadas, y se pagó en promedio una cifra de $4.985 por cada una.
El Gobierno recaudó $15.102.868 en un remate de casi 3.000 toneladas de chatarra ferroviaria organizado el miércoles pasado. Trenes Argentinos Infraestructura (TAI), ejecutora del proceso, informó que se pagó una cifra de $4.985 promedio por tonelada, una cifra récord que implica un aumento del 3,2% respecto a la oferta anterior.
En total, se obtuvieron $ 13.988.070 por más de 2.809 toneladas de material ferroso y $ 913.498 y $ 201.300 por 2.410 cementicios. En esta oportunidad, 35 compradores realizaron un total de 3.579 ofertas por 113 lotes de material.
El Estado tiene relavadas unas 65.000 toneladas de chatarra por las que prevé obtener unos $ 300 millones en las distintas subastas que viene organizando. Además, se calcula que todavía hay un millón de toneladas sin inventariar en todo el país.
“El estado de abandono en que estaban los materiales abandonados nos llevó a pensar en el mecanismo de la subasta para no solo generar un ingreso con la venta, sino también para limpiar espacio y evitar, entre otras cosas, consecuencias por la polución y daño ambiental“, aseguró Guillermo Fiad, presidente de TAI, a La Nación.
El Gobierno recaudó $15.102.868 en un remate de casi 3.000 toneladas de chatarra ferroviaria organizado el miércoles pasado. Trenes Argentinos Infraestructura (TAI), ejecutora del proceso, informó que se pagó una cifra de $4.985 promedio por tonelada, una cifra récord que implica un aumento del 3,2% respecto a la oferta anterior.
En total, se obtuvieron $ 13.988.070 por más de 2.809 toneladas de material ferroso y $ 913.498 y $ 201.300 por 2.410 cementicios. En esta oportunidad, 35 compradores realizaron un total de 3.579 ofertas por 113 lotes de material.
El Estado tiene relavadas unas 65.000 toneladas de chatarra por las que prevé obtener unos $ 300 millones en las distintas subastas que viene organizando. Además, se calcula que todavía hay un millón de toneladas sin inventariar en todo el país.
“El estado de abandono en que estaban los materiales abandonados nos llevó a pensar en el mecanismo de la subasta para no solo generar un ingreso con la venta, sino también para limpiar espacio y evitar, entre otras cosas, consecuencias por la polución y daño ambiental“, aseguró Guillermo Fiad, presidente de TAI, a La Nación.
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