Europeos y asiáticos jugaron uno de los peores partidos del Mundial. Era una igualdad clavada, hasta que apareció Vertonghen, rompió la igualdad y le dio la victoria a los belgas.
Bélgica y Corea del Sur aburrieron de lo lindo en San Pablo. Los europeos ya tenían la clasificación asegurada y sólo necesitaban empatar para terminar primeros, mientras que los asiáticos necesitaban ganar y esperar un resultado entre Rusia y Argelia. Sin embargo, los belgas se llevaron una victoria no del todo merecida y finalizaron el Grupo H con puntaje perfecto.
La primera parte fue realmente pobre. Casi sin llegadas, los coreanos manejaron las acciones del encuentro y obligaron a Courtois a sacar un buen pelotazo de Ki, mientras que los europeos exigieron gracias a Mertens, el único que se animó un poco más que sus compañeros, primero con un mano a mano y después con un tiro libre. La nota, sin embargo, la dio Defour, que vio la roja a los 44 del primer tiempo por un planchazo.
El segundo tiempo tuvo casi la misma tónica, aunque con Corea del Sur un poco más adelantado en la cancha ya que estaba con un hombre de más. Pero a pesar de que tenía más la pelota, le faltaba profunidad y eso lo hizo notar el equipo de Wilmots, que con poquito lastimó a los de Hong. Y justo cuando los coreanos eran más y Courtois ya era figura, llegó el único gol del encuentro.
Una contra comandada por Fellaini terminó en los pies de Origi, que remató al arco desde afuera del área y el rebote le quedó a Vertonghen, en fuera de juego, que puso cifras definitivas al encuentro a los 77 minutos. Ya con la entrada de Hazard, los belgas fueron más y justificaron su victoria y, así, eliminaron a los asiáticos que se van sin ganar ningún partido.
Bélgica está llamada a ser la sopresa en la previa de la Copa del Mundo. Un plantel con varias figuras, todas reconocidas en el fútbol europeo, más el accesible grupo que le tocó permitían pensar en el conjunto de Wilmots como una de las selecciones que iban a asombrar a todos. Pero en esta primera fase al menos, a pesar de haber ganado los tres partidos y haberse clasificado en primer lugar, no sorprendieron a nadie.
Goal.com
Bélgica y Corea del Sur aburrieron de lo lindo en San Pablo. Los europeos ya tenían la clasificación asegurada y sólo necesitaban empatar para terminar primeros, mientras que los asiáticos necesitaban ganar y esperar un resultado entre Rusia y Argelia. Sin embargo, los belgas se llevaron una victoria no del todo merecida y finalizaron el Grupo H con puntaje perfecto.
La primera parte fue realmente pobre. Casi sin llegadas, los coreanos manejaron las acciones del encuentro y obligaron a Courtois a sacar un buen pelotazo de Ki, mientras que los europeos exigieron gracias a Mertens, el único que se animó un poco más que sus compañeros, primero con un mano a mano y después con un tiro libre. La nota, sin embargo, la dio Defour, que vio la roja a los 44 del primer tiempo por un planchazo.
El segundo tiempo tuvo casi la misma tónica, aunque con Corea del Sur un poco más adelantado en la cancha ya que estaba con un hombre de más. Pero a pesar de que tenía más la pelota, le faltaba profunidad y eso lo hizo notar el equipo de Wilmots, que con poquito lastimó a los de Hong. Y justo cuando los coreanos eran más y Courtois ya era figura, llegó el único gol del encuentro.
Una contra comandada por Fellaini terminó en los pies de Origi, que remató al arco desde afuera del área y el rebote le quedó a Vertonghen, en fuera de juego, que puso cifras definitivas al encuentro a los 77 minutos. Ya con la entrada de Hazard, los belgas fueron más y justificaron su victoria y, así, eliminaron a los asiáticos que se van sin ganar ningún partido.
Bélgica está llamada a ser la sopresa en la previa de la Copa del Mundo. Un plantel con varias figuras, todas reconocidas en el fútbol europeo, más el accesible grupo que le tocó permitían pensar en el conjunto de Wilmots como una de las selecciones que iban a asombrar a todos. Pero en esta primera fase al menos, a pesar de haber ganado los tres partidos y haberse clasificado en primer lugar, no sorprendieron a nadie.
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