Con las conquistas de Pablo Armero, Teófilo Gutiérrez y James Rodríguez, el combinado que dirige José Pekerman debutó con una goleada 3-0 sobre los 'pobres' helénicos en el 'Mineirao' de Belo Horizonte. Los "Cafeteros" no sintieron la ausencia de Radamel Falcao García y tuvieron a Éder Álvarez Balanta, Carlos Carbonero y Carlos Valdés en el banco. De esta manera, ya lideran la zona que también tiene a Japón y Costa de Marfil.
Por primera vez desde Francia 1998, que había sido su última participación mundialista, Colombia se mostró en la máxima cita de selecciones y ratificó sus pergaminos para hacerse acreedor del rótulo de "revelación" para el certamen. Con goles de Pablo Armero, Teófilo Gutiérrez y James Rodríguez, los "Cafeteros" golearon 3-0 a Grecia en el Estadio Mineirao de Belo Horizonte.
De principio a fin, la superioridad de los dirigidos por José Pekerman fue atroz, evidente, imposible de ocultar. Es cierto que los nervios invadieron el cuerpo de los jugadores antes de saltar al campo de juego, pero el gol tempranero del lateral izquierdo simplificó el asunto. Luego de una magistral jugada colectiva, el encargado de romper la paridad le dio con pifia y todo hacia el palo más lejano pero le alcanzó para vulnerar a Orestis Karnezis cuando solamente iban 5' de partido.
Visiblemente más sueltos en el encuentro, los jugadores sudamericanos se hicieron "amos y señores" del balón, con un predominio en las acciones que fue de menor a mayor. Aunque sufrieron con esporádicas situaciones de bola quieta que tuvieron los europeos, los volantes creativos de Colombia se hicieron un "festín": Juan Cuadrado de un lado y Rodríguez del otro se tornaron incontrolables. De hecho, fueron las figuras del cotejo.
Claramente a los helénicos se les "quemaron los papeles" con el marcador en desventaja, teniendo en cuenta que su principal virtud es esperar bien armados en defensa y contraatacar aprovechando los errores ajenos. Sin demasiadas ideas como para revertir el marcador, sufrieron el desarrollo de la confianza de sus rivales, que encontraron en "Teo" la posibilidad de ampliar el marcador: a los 12' del complemento, lo que parecía un córner inofensivo, se topó con el olfato del punta de River para empujarla a la red.
Con el juego absolutamente controlado y bajo un estruendoso "ole, ole" que entonaron con orgullo los casi 40 mil ilusionados simpatizantes colombianos que fueron al escenario de los hechos, hubo lugar para que el "criado futbolísticamente" en Banfield pusieras las cifras definitivas. A los 47', casi en la puerta del área, la acomodó con calidad para convertir en estéril la estirada del arquero contrario.
Cumpliendo con las expectativas depositadas en el equipo, que realmente no extrañó la ausencia de un Radamel Falcao García que se "regodeó" en las tribunas con el rendimiento de sus compañeros, Colombia abrió su participación en la Copa del Mundo con una victoria fundamental y hasta convenciendo con su nivel. Así, ya se acomodó arriba en una zona que también tiene a Costa de Marfil y Japón y sueña con escribir la página más gloriosa de su historia.
LA PALABRA DE PEKERMAN:
Por primera vez desde Francia 1998, que había sido su última participación mundialista, Colombia se mostró en la máxima cita de selecciones y ratificó sus pergaminos para hacerse acreedor del rótulo de "revelación" para el certamen. Con goles de Pablo Armero, Teófilo Gutiérrez y James Rodríguez, los "Cafeteros" golearon 3-0 a Grecia en el Estadio Mineirao de Belo Horizonte.
De principio a fin, la superioridad de los dirigidos por José Pekerman fue atroz, evidente, imposible de ocultar. Es cierto que los nervios invadieron el cuerpo de los jugadores antes de saltar al campo de juego, pero el gol tempranero del lateral izquierdo simplificó el asunto. Luego de una magistral jugada colectiva, el encargado de romper la paridad le dio con pifia y todo hacia el palo más lejano pero le alcanzó para vulnerar a Orestis Karnezis cuando solamente iban 5' de partido.
Visiblemente más sueltos en el encuentro, los jugadores sudamericanos se hicieron "amos y señores" del balón, con un predominio en las acciones que fue de menor a mayor. Aunque sufrieron con esporádicas situaciones de bola quieta que tuvieron los europeos, los volantes creativos de Colombia se hicieron un "festín": Juan Cuadrado de un lado y Rodríguez del otro se tornaron incontrolables. De hecho, fueron las figuras del cotejo.
Claramente a los helénicos se les "quemaron los papeles" con el marcador en desventaja, teniendo en cuenta que su principal virtud es esperar bien armados en defensa y contraatacar aprovechando los errores ajenos. Sin demasiadas ideas como para revertir el marcador, sufrieron el desarrollo de la confianza de sus rivales, que encontraron en "Teo" la posibilidad de ampliar el marcador: a los 12' del complemento, lo que parecía un córner inofensivo, se topó con el olfato del punta de River para empujarla a la red.
Con el juego absolutamente controlado y bajo un estruendoso "ole, ole" que entonaron con orgullo los casi 40 mil ilusionados simpatizantes colombianos que fueron al escenario de los hechos, hubo lugar para que el "criado futbolísticamente" en Banfield pusieras las cifras definitivas. A los 47', casi en la puerta del área, la acomodó con calidad para convertir en estéril la estirada del arquero contrario.
Cumpliendo con las expectativas depositadas en el equipo, que realmente no extrañó la ausencia de un Radamel Falcao García que se "regodeó" en las tribunas con el rendimiento de sus compañeros, Colombia abrió su participación en la Copa del Mundo con una victoria fundamental y hasta convenciendo con su nivel. Así, ya se acomodó arriba en una zona que también tiene a Costa de Marfil y Japón y sueña con escribir la página más gloriosa de su historia.
LA PALABRA DE PEKERMAN:
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