Cansados de ser víctimas de reiterados hechos de vandalismo, la comunidad educativa decidió construir un paredón como alternativa para frenar la problemática que sufren a diario
La comunidad educativa de de una zona periférica de La Plata se encuentra a punto de concluir la construcción de un paredón que rodeará en su totalidad a un jardín de infantes, como la única alternativa que encontraron para poner fin a los reiterados hechos vandálicos que venían sucediéndose en ese establecimiento.
Se trata del Jardín Nro. 985, ubicado en la intersección de las calles 19 y 84, en el barrio "Altos de San Lorenzo", donde se levanta un muro de 2,50 metros de altura y 36 metros de extensión.
De la iniciativa, destinada a la protección de las instalaciones y mobiliario del establecimiento -al que concurren más de 200 alumnos entre los dos turnos (mañana y tarde), repartidos en las salas de 3 a 5 años-, participan padres, docentes, auxiliares y hasta su directora, Verónica Asato.
UNA ZONA AFECTADA
En los últimos tiempos, el jardín de infantes fue objeto de distintos episodios vandálicos, que consistieron en la rotura de puertas y ventanas, ladrillos de vidrio, la iluminación y el robo del alambrado perimetral y cables.
Precisamente, como consecuencia de que a pesar de reiterados reclamos planteados ante distintas dependencias oficiales, la comunidad educativa del barrio puso manos a la obra, luego de conseguir los fondos necesarios que les permitieron levantar el muro que ya estaría finalizado en los próximos días.
Fuente: La Nacion
eldia.com.ar |
La comunidad educativa de de una zona periférica de La Plata se encuentra a punto de concluir la construcción de un paredón que rodeará en su totalidad a un jardín de infantes, como la única alternativa que encontraron para poner fin a los reiterados hechos vandálicos que venían sucediéndose en ese establecimiento.
Se trata del Jardín Nro. 985, ubicado en la intersección de las calles 19 y 84, en el barrio "Altos de San Lorenzo", donde se levanta un muro de 2,50 metros de altura y 36 metros de extensión.
De la iniciativa, destinada a la protección de las instalaciones y mobiliario del establecimiento -al que concurren más de 200 alumnos entre los dos turnos (mañana y tarde), repartidos en las salas de 3 a 5 años-, participan padres, docentes, auxiliares y hasta su directora, Verónica Asato.
UNA ZONA AFECTADA
En los últimos tiempos, el jardín de infantes fue objeto de distintos episodios vandálicos, que consistieron en la rotura de puertas y ventanas, ladrillos de vidrio, la iluminación y el robo del alambrado perimetral y cables.
Precisamente, como consecuencia de que a pesar de reiterados reclamos planteados ante distintas dependencias oficiales, la comunidad educativa del barrio puso manos a la obra, luego de conseguir los fondos necesarios que les permitieron levantar el muro que ya estaría finalizado en los próximos días.
Fuente: La Nacion
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