El Granate se impuso 2-1 en un verdadero partidazo que se jugó con intensidad y que terminó con dos expulsados por bando.
Después de cuatro victorias consecutivas que lo posicionaron en la tabla, Banfield tenía la oportunidad perfecta de ratificar su buen presente en el clasíco del Sur, ante un Lanús que llegaba de capa caída por las dos derrotas al hilo. Sin embargo, el Granate pudo imponerse en un partidazo que se jugó con intensidad y terminó con dos expulsiones por bando.
El primer tiempo estuvo a la altura de lo que se esperaba en la previa. El Taladro arrancó con una actitud más agresiva y lastimaba de contra con la velocidad de sus delanteros, cuando a los 23 minutos, Acosta encaró en el área para quedar mano a mano con Bologna y Vittor le cometió penal desde atrás recibiendo la tarjeta roja por cortar una ocasión manifiesta de gol. Nicolás Aguirre no perdonó desde los doce pasos y puso el 1-0 para el visitante.
A partir del gol, el equipo de Barros Schelotto fue con decisión y un jugador menos en busca del empate y el partido se volvió de ida y vuelta por los espacios que dejaba el local atrás. Cada avance de alguno de los dos equipos recibía la respuesta inmediata y el encuentro ganó en intensidad y se empezó a jugar de área a área. Pero las ganas y la actitud en el juego también se trasladó al plano disciplinario y antes del término de la etapa inicial, Loustau expulsó a dos futbolistas más: primero a Junior Benítez por un codazo a Noir, y después al propio jugador de Banfield cuando su asistente lo informó sobre una patada del delantero.
Con la obligación de ir abajo en el resultado, el Taladro salió al complemento decidido a buscar el descuento. Sin embargo, tras un error del recién ingresado Viatri en la mitad de la cancha generó una contra liderada por Ortíz, quien asistió a Melano para poner el 2-0.
Banfield nunca se dio por vencido, menos cuando las limitaciones por jugar con un hombre menos se terminaron por la expulsión de Acosta por doble amarilla. Pero aunque Asenjo pudo convertir el descuento, el local no logró contundencia para empatar el encuentro ante su gente, que llenó el estadio y le dio al partido un clima de clásico desde el prinicipio.
Así, Barros Schelotto sigue invicto ante el eterno rival -ganó los dos que disputó- y le cortó la buena racha del equipo de Almeyda, que igualmente sigue mostrando un juego ofensivo hasta el último minuto que seguramente le traerá más satisfacciones que disgustos en el campeonato.
Después de cuatro victorias consecutivas que lo posicionaron en la tabla, Banfield tenía la oportunidad perfecta de ratificar su buen presente en el clasíco del Sur, ante un Lanús que llegaba de capa caída por las dos derrotas al hilo. Sin embargo, el Granate pudo imponerse en un partidazo que se jugó con intensidad y terminó con dos expulsiones por bando.
El primer tiempo estuvo a la altura de lo que se esperaba en la previa. El Taladro arrancó con una actitud más agresiva y lastimaba de contra con la velocidad de sus delanteros, cuando a los 23 minutos, Acosta encaró en el área para quedar mano a mano con Bologna y Vittor le cometió penal desde atrás recibiendo la tarjeta roja por cortar una ocasión manifiesta de gol. Nicolás Aguirre no perdonó desde los doce pasos y puso el 1-0 para el visitante.
A partir del gol, el equipo de Barros Schelotto fue con decisión y un jugador menos en busca del empate y el partido se volvió de ida y vuelta por los espacios que dejaba el local atrás. Cada avance de alguno de los dos equipos recibía la respuesta inmediata y el encuentro ganó en intensidad y se empezó a jugar de área a área. Pero las ganas y la actitud en el juego también se trasladó al plano disciplinario y antes del término de la etapa inicial, Loustau expulsó a dos futbolistas más: primero a Junior Benítez por un codazo a Noir, y después al propio jugador de Banfield cuando su asistente lo informó sobre una patada del delantero.
Con la obligación de ir abajo en el resultado, el Taladro salió al complemento decidido a buscar el descuento. Sin embargo, tras un error del recién ingresado Viatri en la mitad de la cancha generó una contra liderada por Ortíz, quien asistió a Melano para poner el 2-0.
Banfield nunca se dio por vencido, menos cuando las limitaciones por jugar con un hombre menos se terminaron por la expulsión de Acosta por doble amarilla. Pero aunque Asenjo pudo convertir el descuento, el local no logró contundencia para empatar el encuentro ante su gente, que llenó el estadio y le dio al partido un clima de clásico desde el prinicipio.
Así, Barros Schelotto sigue invicto ante el eterno rival -ganó los dos que disputó- y le cortó la buena racha del equipo de Almeyda, que igualmente sigue mostrando un juego ofensivo hasta el último minuto que seguramente le traerá más satisfacciones que disgustos en el campeonato.
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