El viento, la vestimenta, el peso de su maletín y la empinada escalera del Pastor 1, el avión de American Airlines que traslada al Sumo Pontífice por los Estados Unidos, le jugaron una mala pasada
Casi casi pero no llegó a caer. El fuerte viento que soplaba en Nueva York le jugó una mala pasada a Francisco y tropezó mientras se disponía a tomar el avión que lo llevaría a Filadelfia, su última parada de esta gira por Estados Unidos.
El Papa subió solo al avión, portando su maletín en una mano y agarrandose a la barandilla. A causa del viento se le levantó la capelina que le tapó la cara y Francisco se tropezó dos veces con la sotana, ante la mirada atónita de los cardenales y autoridades que no lo ayudaron.
Franciscó consiguió llegar sano y salvo arriba el avión. Por suerte es el único tropezón del Papa en su gira histórica, que terminará en Filadefia hasta su regreso a Roma el domingo a la noche.
Casi casi pero no llegó a caer. El fuerte viento que soplaba en Nueva York le jugó una mala pasada a Francisco y tropezó mientras se disponía a tomar el avión que lo llevaría a Filadelfia, su última parada de esta gira por Estados Unidos.
El Papa subió solo al avión, portando su maletín en una mano y agarrandose a la barandilla. A causa del viento se le levantó la capelina que le tapó la cara y Francisco se tropezó dos veces con la sotana, ante la mirada atónita de los cardenales y autoridades que no lo ayudaron.
Franciscó consiguió llegar sano y salvo arriba el avión. Por suerte es el único tropezón del Papa en su gira histórica, que terminará en Filadefia hasta su regreso a Roma el domingo a la noche.
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