Productores de alimentos anunciaron congelamientos y reducciones; crecen las ofertas de compañías de electrodomésticos, tabacaleras y comercios.

Promociones, descuentos o congelamiento de precios. Las opciones del menú son variadas, pero buena parte de las compañías del país empezaron a recurrir a ellas por la caída en las ventas.
Este viernes, por ejemplo, La Serenísima anunció que congelará por tres meses los precios de algunos de sus productos más vendidos.
"De cara al invierno, La Serenísima lanza Precios Congelados, una iniciativa a nivel nacional a través de la cual se congelan los precios de los principales yogures de Ser, Yogurísimo y Casancrem, hasta el 1ro de septiembre. Esta propuesta responde al compromiso de ofrecer productos de la más alta calidad y el máximo valor nutricional a sus consumidores", señaló el escueto comunicado de la empresa láctea.
En marzo pasado, por el derrumbe de la demanda, las empresas de electrodomésticos se vieron obligadas a no convalidar más los aumentos que habían aplicado por la devaluación del peso. Los supermercados, por su parte, se sumaron a esta ola de rebajas. Según la consultoras económicas, hay un menor crecimiento en las ventas de los grandes hipermercados y las conductas de los consumidores están cambiando: ahora prefieren las cadenas que ofrecen descuentos o los denominado negocios de cercanías. Además, sostienen, hay distorsiones en los precios de distintos productos que -aseguran- se van a ir acomodando con el correr de los meses.
De esta manera, los grandes supermercados idean nuevas estrategias para recuperar los clientes perdidos. El mes de abril fue negativo para el sector y no quedó otra que volver a ofrecer promociones y descuentos muy llamativos. Volvió a ser habitual encontrar rebajas agresivas los fines de semana, con descuentos de hasta el 80% en la segunda o tercera unidad de algún producto.
"Ante una caída de la demanda, los empresarios comienzan a desarrollar promociones y descuentos porque es la única manera de movilizar stocks. Y la mejor prueba de lo que está pasando es que el ticket promedio, que en diciembre era de $ 138, en abril bajó a $ 135, a pesar de toda la inflación que hubo en el medio", explicó al diario La Nación Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market y asesor de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

Promociones, descuentos o congelamiento de precios. Las opciones del menú son variadas, pero buena parte de las compañías del país empezaron a recurrir a ellas por la caída en las ventas.
Este viernes, por ejemplo, La Serenísima anunció que congelará por tres meses los precios de algunos de sus productos más vendidos.
"De cara al invierno, La Serenísima lanza Precios Congelados, una iniciativa a nivel nacional a través de la cual se congelan los precios de los principales yogures de Ser, Yogurísimo y Casancrem, hasta el 1ro de septiembre. Esta propuesta responde al compromiso de ofrecer productos de la más alta calidad y el máximo valor nutricional a sus consumidores", señaló el escueto comunicado de la empresa láctea.
En marzo pasado, por el derrumbe de la demanda, las empresas de electrodomésticos se vieron obligadas a no convalidar más los aumentos que habían aplicado por la devaluación del peso. Los supermercados, por su parte, se sumaron a esta ola de rebajas. Según la consultoras económicas, hay un menor crecimiento en las ventas de los grandes hipermercados y las conductas de los consumidores están cambiando: ahora prefieren las cadenas que ofrecen descuentos o los denominado negocios de cercanías. Además, sostienen, hay distorsiones en los precios de distintos productos que -aseguran- se van a ir acomodando con el correr de los meses.
De esta manera, los grandes supermercados idean nuevas estrategias para recuperar los clientes perdidos. El mes de abril fue negativo para el sector y no quedó otra que volver a ofrecer promociones y descuentos muy llamativos. Volvió a ser habitual encontrar rebajas agresivas los fines de semana, con descuentos de hasta el 80% en la segunda o tercera unidad de algún producto.
"Ante una caída de la demanda, los empresarios comienzan a desarrollar promociones y descuentos porque es la única manera de movilizar stocks. Y la mejor prueba de lo que está pasando es que el ticket promedio, que en diciembre era de $ 138, en abril bajó a $ 135, a pesar de toda la inflación que hubo en el medio", explicó al diario La Nación Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market y asesor de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
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