A pesar del mal clima, un numeroso grupo de fanáticos se reunió en el Obelisco para respaldar al rosarino y tratar de que revea su renuncia a la Selección.

El frío y la lluvia torrencial que cayó sobre la Ciudad de Buenos Aires no fueron impedimento para los fanáticos de Lionel Messi. Miles de hinchas se reunieron por la tarde en el Obelisco porteño para pedir que el futbolista rosarino no abandone la Selección Argentina.
Hubo caretas de Messi, bombos y platillos, muchas camisetas celestes y blancas con el número 10 en la espalda, un megáfono para entonar las canciones de apoyo a la Pulga y muchos paraguas y pilotos para soportar la lluvia.
Los organizadores de la concentración habían conseguido más de 70 mil adhesiones en las redes sociales, sin embargo el clima fue un factor fundamental que disminuyó la potencia de la convocatoria.
“Todos al Obelisco. Messi no se va” es el grupo de Facebook con el que se armó la movida mientras que con el hashtag #NoTeVayasLio también se hizo la convocatoria vía Twitter.
La idea de respaldar al mejor futbolista del mundo surgió después de todos los pedidos que hubo hacia Leo, tras sus declaraciones luego de la final (la tercera consecutiva que Argentina pierde y la cuarta para él) ante Chile en Estados Unidos. “La Selección se terminó para mí”, había dicho el crack compungido, que volvió al país con sus compañeros, pasó por Rosario y después partió rumbo a Bahamas para comenzar sus vacaciones. Lo cierto es que desde que pronunció esas palabras, la noticia recorrió el mundo e hizo eco por todos lados, a tal punto que hasta el presidente Mauricio Macri lo llamó para pedirle que no renunciara. Y Diego Maradona dijo que no había que dejarlo solo, responsabilizando a los dirigentes del fútbol argentino por la decisión que había tomado el crack.
Lionel Messi inició las vacaciones en compañía de su familia. Junto a su mujer Antonella Rocuzzo y a sus hijos Thiago y Mateo, el rosarino se alojó en un lujoso resort all inclusive de siete estrellas de Las Bahamas en busca de tranquilidad. Distendido y con la barba que sigue formando parte de su look, tal como se lo vio en la Copa América Centenario, el crack argentino se dejó fotografiar con personas que también se encuentran en esa isla del Caribe, rodeado de playas con arena blanca y agua cristalina.

El frío y la lluvia torrencial que cayó sobre la Ciudad de Buenos Aires no fueron impedimento para los fanáticos de Lionel Messi. Miles de hinchas se reunieron por la tarde en el Obelisco porteño para pedir que el futbolista rosarino no abandone la Selección Argentina.
Hubo caretas de Messi, bombos y platillos, muchas camisetas celestes y blancas con el número 10 en la espalda, un megáfono para entonar las canciones de apoyo a la Pulga y muchos paraguas y pilotos para soportar la lluvia.
Los organizadores de la concentración habían conseguido más de 70 mil adhesiones en las redes sociales, sin embargo el clima fue un factor fundamental que disminuyó la potencia de la convocatoria.
“Todos al Obelisco. Messi no se va” es el grupo de Facebook con el que se armó la movida mientras que con el hashtag #NoTeVayasLio también se hizo la convocatoria vía Twitter.
La idea de respaldar al mejor futbolista del mundo surgió después de todos los pedidos que hubo hacia Leo, tras sus declaraciones luego de la final (la tercera consecutiva que Argentina pierde y la cuarta para él) ante Chile en Estados Unidos. “La Selección se terminó para mí”, había dicho el crack compungido, que volvió al país con sus compañeros, pasó por Rosario y después partió rumbo a Bahamas para comenzar sus vacaciones. Lo cierto es que desde que pronunció esas palabras, la noticia recorrió el mundo e hizo eco por todos lados, a tal punto que hasta el presidente Mauricio Macri lo llamó para pedirle que no renunciara. Y Diego Maradona dijo que no había que dejarlo solo, responsabilizando a los dirigentes del fútbol argentino por la decisión que había tomado el crack.
Lionel Messi inició las vacaciones en compañía de su familia. Junto a su mujer Antonella Rocuzzo y a sus hijos Thiago y Mateo, el rosarino se alojó en un lujoso resort all inclusive de siete estrellas de Las Bahamas en busca de tranquilidad. Distendido y con la barba que sigue formando parte de su look, tal como se lo vio en la Copa América Centenario, el crack argentino se dejó fotografiar con personas que también se encuentran en esa isla del Caribe, rodeado de playas con arena blanca y agua cristalina.
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