Desde hoy entra en vigencia el nuevo programa de "precios transparentes" de la secretaría de Comercio.

Se trata de la medida que obliga a los comercios a diferenciar los precios al contado y los financiados. El Gobierno confía en que la puja entre comerciantes “mejorará la competencia comercial y financiera” y generará una baja de precios. Los consumidores muestran desconfianza
Con la entrada en vigencia del programa Precios Transparentes, a partir de hoy todos los comercios del país deberán exhibir en cada uno de sus productos el detalle del valor de contado, el de cada cuota y el costo total de las mismas, implícito en el financiamiento.
Según el Gobierno, el objetivo de la medida es mejorar “la competencia comercial” con menores precios y “la competencia financiera” con menores tasas. Así, la gestión de Mauricio Macri confía en que este factor será el que genere una baja de los montos al contado.
Al presentar el plan, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, señaló que la medida apunta a “incentivar el consumo y generar competencia”, al advertir sobre el “ocultamiento de los costos de financiamiento que tienen los precios en cuotas”. Además, inscribió la iniciativa en “el contexto de una inflación que estará a la baja en el segundo semestre del año”.
En el mismo sentido, el secretario de Comercio, Miguel Braun, afirmó: “Mayor transparencia y claridad redundará en mayor competencia entre comercios por los precios y entre financiadores por las tasas de interés”.
Según el funcionario, “el que paga al contado va a dejar de subsidiar el costo del financiamiento y se va a ver beneficiado. Además, en muchos casos se trata de consumidores que no tienen acceso al financiamiento o la tarjeta con excesivo endeudamiento”.
Braun sostiene que, hasta hoy, si un consumidor compraba al contado un producto durable que tenía una oferta en cuotas, estaba pagando implícitamente una parte del costo de financiamiento que ya tienen esos bienes.
Desde Nación aseguran que la medida “no modifica en nada los programas Ahora 12 y Ahora 18, que continúan”, aunque “deberán explicitar el interés implícito y, en ese caso, se va a ver que es del 10 y 15 por ciento, respectivamente”.
Ambas modalidades cuentan con un subsidio del Gobierno y tienen costos financieros menores a los del financiamiento que puede llegar a tener un producto por fuera de estos programas.
La incógnita entre los consumidores sigue siendo si con el nuevo sistema se beneficiará con un descuento a quien compre al contado o si los comercios tomarán los valores actuales, que ya contienen el costo de la financiación, para adicionarles una nueva tasa de interés. En definitiva, si bajará el precio de contado o aumentarán las cancelaciones en cuotas.

Se trata de la medida que obliga a los comercios a diferenciar los precios al contado y los financiados. El Gobierno confía en que la puja entre comerciantes “mejorará la competencia comercial y financiera” y generará una baja de precios. Los consumidores muestran desconfianza
Con la entrada en vigencia del programa Precios Transparentes, a partir de hoy todos los comercios del país deberán exhibir en cada uno de sus productos el detalle del valor de contado, el de cada cuota y el costo total de las mismas, implícito en el financiamiento.
Según el Gobierno, el objetivo de la medida es mejorar “la competencia comercial” con menores precios y “la competencia financiera” con menores tasas. Así, la gestión de Mauricio Macri confía en que este factor será el que genere una baja de los montos al contado.
Al presentar el plan, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, señaló que la medida apunta a “incentivar el consumo y generar competencia”, al advertir sobre el “ocultamiento de los costos de financiamiento que tienen los precios en cuotas”. Además, inscribió la iniciativa en “el contexto de una inflación que estará a la baja en el segundo semestre del año”.
En el mismo sentido, el secretario de Comercio, Miguel Braun, afirmó: “Mayor transparencia y claridad redundará en mayor competencia entre comercios por los precios y entre financiadores por las tasas de interés”.
Según el funcionario, “el que paga al contado va a dejar de subsidiar el costo del financiamiento y se va a ver beneficiado. Además, en muchos casos se trata de consumidores que no tienen acceso al financiamiento o la tarjeta con excesivo endeudamiento”.
Braun sostiene que, hasta hoy, si un consumidor compraba al contado un producto durable que tenía una oferta en cuotas, estaba pagando implícitamente una parte del costo de financiamiento que ya tienen esos bienes.
Desde Nación aseguran que la medida “no modifica en nada los programas Ahora 12 y Ahora 18, que continúan”, aunque “deberán explicitar el interés implícito y, en ese caso, se va a ver que es del 10 y 15 por ciento, respectivamente”.
Ambas modalidades cuentan con un subsidio del Gobierno y tienen costos financieros menores a los del financiamiento que puede llegar a tener un producto por fuera de estos programas.
La incógnita entre los consumidores sigue siendo si con el nuevo sistema se beneficiará con un descuento a quien compre al contado o si los comercios tomarán los valores actuales, que ya contienen el costo de la financiación, para adicionarles una nueva tasa de interés. En definitiva, si bajará el precio de contado o aumentarán las cancelaciones en cuotas.
Publicar un comentario