La justicia rechazó el pedido de libertad del exjefe de Policía, José Potocar

La Cámara del Crimen consideró que "de recuperar su libertad, podría ejercer actos que afecten la tranquilidad de las personas que fueron convocadas a declarar"



La Cámara del Crimen porteña confirmó hoy el rechazo de la excarcelación pedida por el exjefe de Policía de la Ciudad de Buenos Aires José Potocar, quien está acusado de ser el jefe de una asociación ilícita destinada al cobro de dinero a comerciantes de Saavedra y Nuñez a cambio de protección.

Fuentes judiciales informaron a NA que la Sala VII, con los votos de los jueces Mariano Scotto y Mauro Divito, rechazó un pedido de excarcelación solicitado por Potocar.

La semana pasada, Potocar fue procesado por el juez de instrucción Ricardo Farías, quien le trabó un embargo sobre sus bienes de 450 mil dólares como presunto "jefe" de una asociación ilícita destinada a recaudar mensualmente dinero de comercios a cambio de protección.

Si bien la Cámara aún tiene pendiente evaluar si confirma o no su procesamiento, por el momento le denegó el pedido de libertad que formuló su defensa.

Los hechos tuvieron lugar cuando Potocar era Director General de Comisarías (DGC) de la Policía Federal y tenía el manejo de las seccionales.

Entre otras cosas, los investigadores valoraron como prueba en contra de Potocar el cuaderno secuestrado con las siglas "DGC" de la comisaría 35, con jurisdicción en Saavedra y Nuñez, donde se anotaban los pagos hechos por los comerciantes.

Además, el comisario Marcelo Stefanetti, en calidad de "arrepentido" y uno de los acusados, aseguró que los sobornos que pagaban los comerciantes llegaban a manos de Potocar.

La recaudación ilegal sería organizada por Susana Amalia Aveni, autoridad jefa de la Circunscripción VII de la PFA, quien está detenida, y por Norberto Federico Villarreal, autoridad máxima para ese entonces de la Comisaría 35 de la PFA desde el mes de enero de 2016, que permanece prófugo de la Justicia.

En la causa, se acusó que Potocar también contaba con la complicidad y colaboración de subordinados, algunos de los cuales eran quienes se presentaban ante los comerciantes reclamando los pagos ilegales.

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