El triunfo agónico de Bélgica ante Rusia obligaba a Corea del Sur y a Argelia a tener que arriesgar por una victoria que los dejara mejor parados de cara a la última jornada. Los africanos mostraron dos caras, pero hicieron gala de una técnica más fina que la asiática y les alcanzó para liquidar el partido antes de irse al descanso.
En el debut habían mostrado algunas pinceladas de ser una selección que intenta respetar el juego asociado, por eso se esperaba que ante los asiáticos, los argelinos podrían desplegar mejor el fútbol que vinieron a mostrar a Brasil.
Halilhodzic, el técnico bosnio que orquesta el juego de Argelia, cambió muchas fichas respecto a la derrota ante Bélgica. Dejó de lado la línea de cuatro defensores y optó por una de tres con dos carrileros rápidos como Mandi y Mesbah, que fueron integrándose al ataque a medida que fue avanzando el partido. De los dos, Mesbah fue quién más se quedó en defensa cuando Argelia tuvo el balón. De esta forma no le quitó espacios a Djabou, el mejor de los africanos haciendo lo que quiso por el extremo izquierdo.
Del otro lado, fue clave que Feghouli y Brahimi estuvieran siempre cerca uno del otro para triangular y buscar el mejor pase para el único punta, Slimani. Con esta disposición y una defensa coreana siempre en línea y descoordinada, abrió la cuenta Slimani tocando por un costado del arquero Jung tras gran pase del zurdo Djabou.
El 1-0 fue mucho más que un gol para los asiáticos que se empecinaron en hilar un error tras otro para que en un abrir y cerrar de ojos los argelinos ya estuvieran 3-0 y con el triunfo en el bolsillo. Halliche convirtió de cabeza tras un córner y Djabou tuvo su premio al definir un pase de Slimani.
En el complemento fue momento de ver la otra cara de Argelia, la que aparece cuando es atacado con orden y disciplina, algo común en los seleccionados asiáticos y que justamente no tienen los africanos. Fueron 15 minutos donde Corea del Sur logró llegar a un descuento -obra de Son- y pudo acercarse más cuando Ki hizo volar a Rais para que dibuje la atajada de la tarde en el Beira-Río.
Para suerte de Argelia, a Feghouli y a Brahimi todavía les quedaba fútbol por mostrar. Se habían buscado siempre por derecha, sin embargo sorprendieron por izquierda con una doble pared impecable para sentenciar uno de los mejores goles del Mundial. El del Valencia y el del Granada la armaron y la definieron a la 'brasileña'.
Ya en el final, con Argelia bajando el ímpetu y esperando que corra el reloj, los coreanos decoraron el resultado con otro descuento (la empujó Ku con lo que pudo), que quizás les sirva para cuando busquen la hazaña de tener que vencer a Bélgica en la jornada final del grupo H. A los africanos, un empate ante Rusia obliga a los coreanos a tener que ganar y por varios goles a los belgas.
Goal.com
En el debut habían mostrado algunas pinceladas de ser una selección que intenta respetar el juego asociado, por eso se esperaba que ante los asiáticos, los argelinos podrían desplegar mejor el fútbol que vinieron a mostrar a Brasil.
Halilhodzic, el técnico bosnio que orquesta el juego de Argelia, cambió muchas fichas respecto a la derrota ante Bélgica. Dejó de lado la línea de cuatro defensores y optó por una de tres con dos carrileros rápidos como Mandi y Mesbah, que fueron integrándose al ataque a medida que fue avanzando el partido. De los dos, Mesbah fue quién más se quedó en defensa cuando Argelia tuvo el balón. De esta forma no le quitó espacios a Djabou, el mejor de los africanos haciendo lo que quiso por el extremo izquierdo.
Del otro lado, fue clave que Feghouli y Brahimi estuvieran siempre cerca uno del otro para triangular y buscar el mejor pase para el único punta, Slimani. Con esta disposición y una defensa coreana siempre en línea y descoordinada, abrió la cuenta Slimani tocando por un costado del arquero Jung tras gran pase del zurdo Djabou.
El 1-0 fue mucho más que un gol para los asiáticos que se empecinaron en hilar un error tras otro para que en un abrir y cerrar de ojos los argelinos ya estuvieran 3-0 y con el triunfo en el bolsillo. Halliche convirtió de cabeza tras un córner y Djabou tuvo su premio al definir un pase de Slimani.
En el complemento fue momento de ver la otra cara de Argelia, la que aparece cuando es atacado con orden y disciplina, algo común en los seleccionados asiáticos y que justamente no tienen los africanos. Fueron 15 minutos donde Corea del Sur logró llegar a un descuento -obra de Son- y pudo acercarse más cuando Ki hizo volar a Rais para que dibuje la atajada de la tarde en el Beira-Río.
Para suerte de Argelia, a Feghouli y a Brahimi todavía les quedaba fútbol por mostrar. Se habían buscado siempre por derecha, sin embargo sorprendieron por izquierda con una doble pared impecable para sentenciar uno de los mejores goles del Mundial. El del Valencia y el del Granada la armaron y la definieron a la 'brasileña'.
Ya en el final, con Argelia bajando el ímpetu y esperando que corra el reloj, los coreanos decoraron el resultado con otro descuento (la empujó Ku con lo que pudo), que quizás les sirva para cuando busquen la hazaña de tener que vencer a Bélgica en la jornada final del grupo H. A los africanos, un empate ante Rusia obliga a los coreanos a tener que ganar y por varios goles a los belgas.
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