El primer cuarto de hora del partido fue lo único destacable en Sarandí, con el Arse y el Ciclón que, como no podían, decidieron conformarse con el punto.
De mayor a menor es la síntesis de la noche en Sarandí. Y también de esta segunda mitad del 2014 de San Lorenzo, que arrancó levantando el título más importante de su historia y que ahora solo piensa en el Mundial de Clubes. Por su parte, Arsenal volvió a su conformismo de no perder cuando no puede ganar y el 0 a 0 tiene correlato con lo que pasó.
El duelo arrancó con un ritmo que presagiaba un gran desarrollo, aunque solo se quedó en amagues: Torrico evitó rápido el gol del Arse en un tiro de Alemán, Mauro Matos falló ante Limia y luego Sarulyte no llegó a empujar una pelota desviada por Zelaya, todo en apenas cinco minutos. Hubo que esperar casi diez minutos para una nueva aproximación del local, de nuevo con Alemán que remató desviado.
El Ciclón siguió atacando con Prósperi y Barrientos por los costados, pero ni Matos ni los volantes que pisaban el área lograban calibrar la mira, como tampoco superar al experimentado arquero del Viaducto. Los minutos pasaban y lo que empezó como un encuentro vibrante, se desinfló hasta el final del primer tiempo.
Ya comenzada la segunda parte y luego de la aparición estelar de teros en la cancha, tardó casi 20 minutos San Lorenzo en meter a Arsenal sobre su arco y Matos falló de forma increíble de cara al gol. Pero no sería tan increíble como lo ocurrido instantes después en el lado contrario, cuando Torrico dio un rebote que Céliz de forma inexplicable tiró a varios metros.
El equipo del Patón Bauza volvió a demostrar que su único objetivo en este semestre es el Mundial de Clubes, con otra deslucida actuación de la que el Arse no pudo sacar provecho en casa porque se terminó conformando con un punto que no suma demasiado.
De mayor a menor es la síntesis de la noche en Sarandí. Y también de esta segunda mitad del 2014 de San Lorenzo, que arrancó levantando el título más importante de su historia y que ahora solo piensa en el Mundial de Clubes. Por su parte, Arsenal volvió a su conformismo de no perder cuando no puede ganar y el 0 a 0 tiene correlato con lo que pasó.
El duelo arrancó con un ritmo que presagiaba un gran desarrollo, aunque solo se quedó en amagues: Torrico evitó rápido el gol del Arse en un tiro de Alemán, Mauro Matos falló ante Limia y luego Sarulyte no llegó a empujar una pelota desviada por Zelaya, todo en apenas cinco minutos. Hubo que esperar casi diez minutos para una nueva aproximación del local, de nuevo con Alemán que remató desviado.
El Ciclón siguió atacando con Prósperi y Barrientos por los costados, pero ni Matos ni los volantes que pisaban el área lograban calibrar la mira, como tampoco superar al experimentado arquero del Viaducto. Los minutos pasaban y lo que empezó como un encuentro vibrante, se desinfló hasta el final del primer tiempo.
Ya comenzada la segunda parte y luego de la aparición estelar de teros en la cancha, tardó casi 20 minutos San Lorenzo en meter a Arsenal sobre su arco y Matos falló de forma increíble de cara al gol. Pero no sería tan increíble como lo ocurrido instantes después en el lado contrario, cuando Torrico dio un rebote que Céliz de forma inexplicable tiró a varios metros.
El equipo del Patón Bauza volvió a demostrar que su único objetivo en este semestre es el Mundial de Clubes, con otra deslucida actuación de la que el Arse no pudo sacar provecho en casa porque se terminó conformando con un punto que no suma demasiado.
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