La mayoría de los senadores opositores faltaron. Los presentes tildaron la iniciativa de "oportunista y garante de impunidad". El kirchnerismo tuvo los votos justos
Con la ayuda clave de Carlos Menem para lograr el quórum, el kirchnerismo en el Senado convirtió ayer en ley el proyecto para elegir el año próximo a los representantes locales ante el Parlasur. En una sesión expeditiva a la que faltó la mayor parte de los senadores opositores, ya de vacaciones, la iniciativa oficial cosechó 37 votos a favor y 12 en contra y habilitará a los partidos políticos a presentar candidatos al organismo regional en las próximas elecciones presidenciales.
Ante el rechazo opositor, el oficialismo debió ajustar su trabajo para lograr no sólo el quórum, que consiguió con 38 senadores en sus bancas, gracias al habitualmente ausente Menem y al neuquino Guillermo Pereyra-sino también la mayoría especial de 37 votos, requerida para modificar la Ley Electoral. Todo esto, al filo del Año Nuevo, cuando la mayoría de los senadores pretendían estar ya en sus provincias de vacaciones. Lo ayudó la asunción de Juan Manuel Abal Medina, en reemplazo de Aníbal Fernández, quien aportó el voto 37 luego de que Menem se ausentara del recinto tras colaborar para el quórum.
Los pocos opositores presentes en el recinto tildaron de "oportunista" a la iniciativa que, especularon, le permitiría a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner volver a encabezar una boleta a nivel nacional. Y es que la ley propone que, de los 43 parlamentarios que le corresponden a la Argentina, 19 sean electos por distrito único (es decir, replicando el mismo postulante en todo el país) y el resto por provincia, como sucede con diputados y senadores.
"Necesitan buscar la forma para que Cristina Kirchner juegue el año que viene. Pergeñan una maniobra para permitir lo que la ley no permite", se quejó el cordobés Luis Juez. También el radical Mario Cimadevilla advirtió que su partido considera al texto "oportunista y garante de impunidad", debido a que los parlamentarios regionales contarán con inmunidades equiparables a las de un legislador nacional.
Además, los opositores cuestionaron el momento de la modificación, dado que según entienden los diputados regionales electos recién deberían asumir su cargo en 2020. Ese argumento fue respondido por el oficialista José Mayans, quien aseguró que por "acuerdo entre las partes", una vez que asuman los argentinos, Brasil y Venezuela aumentarían la cantidad de sus representantes para acelerar el proceso de integración del Parlasur. "Una vez producida la elección, los otros países pasan a integrar con el número correspondiente. No existe duda en eso. Nosotros no lo resolvemos solos esto", sostuvo.
El radical Ángel Rozas objetó, además, que en el protocolo que delineó la elección de parlamentarios regionales había quedado establecido que esos comicios no se harían en coincidencia con las elecciones presidenciales de los países. "Lamentamos no acompañar esta ampliación de participación democrática. ¿Quién puede estar en contra de que haya parlamentarios elegidos directamente por el pueblo argentino o de que se profundice el Mercosur? Pero no se elige el camino del consenso, sino de la confrontación y de las mayorías matemáticas. Es una cuestión puramente electoral", aseguró.
El massista Roberto Basualdo se sumó a ese argumento. "El mismo reglamento del Parlasur decía que la elección no debería ser junto con la nacional. Vamos a tener que gastar en viáticos y sueldos cuando recién van a empezar a legislar en 2020", observó.
El debate fue seguido atentamente por el apoderado del PJ y cerebro detrás de la iniciativa, Jorge Landau, quien junto al re ferente de La Cámpora Andrés ‘Cuervo’ Larroque dieron forma a la redacción del proyecto.
Con la ayuda clave de Carlos Menem para lograr el quórum, el kirchnerismo en el Senado convirtió ayer en ley el proyecto para elegir el año próximo a los representantes locales ante el Parlasur. En una sesión expeditiva a la que faltó la mayor parte de los senadores opositores, ya de vacaciones, la iniciativa oficial cosechó 37 votos a favor y 12 en contra y habilitará a los partidos políticos a presentar candidatos al organismo regional en las próximas elecciones presidenciales.
Ante el rechazo opositor, el oficialismo debió ajustar su trabajo para lograr no sólo el quórum, que consiguió con 38 senadores en sus bancas, gracias al habitualmente ausente Menem y al neuquino Guillermo Pereyra-sino también la mayoría especial de 37 votos, requerida para modificar la Ley Electoral. Todo esto, al filo del Año Nuevo, cuando la mayoría de los senadores pretendían estar ya en sus provincias de vacaciones. Lo ayudó la asunción de Juan Manuel Abal Medina, en reemplazo de Aníbal Fernández, quien aportó el voto 37 luego de que Menem se ausentara del recinto tras colaborar para el quórum.
Los pocos opositores presentes en el recinto tildaron de "oportunista" a la iniciativa que, especularon, le permitiría a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner volver a encabezar una boleta a nivel nacional. Y es que la ley propone que, de los 43 parlamentarios que le corresponden a la Argentina, 19 sean electos por distrito único (es decir, replicando el mismo postulante en todo el país) y el resto por provincia, como sucede con diputados y senadores.
"Necesitan buscar la forma para que Cristina Kirchner juegue el año que viene. Pergeñan una maniobra para permitir lo que la ley no permite", se quejó el cordobés Luis Juez. También el radical Mario Cimadevilla advirtió que su partido considera al texto "oportunista y garante de impunidad", debido a que los parlamentarios regionales contarán con inmunidades equiparables a las de un legislador nacional.
Además, los opositores cuestionaron el momento de la modificación, dado que según entienden los diputados regionales electos recién deberían asumir su cargo en 2020. Ese argumento fue respondido por el oficialista José Mayans, quien aseguró que por "acuerdo entre las partes", una vez que asuman los argentinos, Brasil y Venezuela aumentarían la cantidad de sus representantes para acelerar el proceso de integración del Parlasur. "Una vez producida la elección, los otros países pasan a integrar con el número correspondiente. No existe duda en eso. Nosotros no lo resolvemos solos esto", sostuvo.
El radical Ángel Rozas objetó, además, que en el protocolo que delineó la elección de parlamentarios regionales había quedado establecido que esos comicios no se harían en coincidencia con las elecciones presidenciales de los países. "Lamentamos no acompañar esta ampliación de participación democrática. ¿Quién puede estar en contra de que haya parlamentarios elegidos directamente por el pueblo argentino o de que se profundice el Mercosur? Pero no se elige el camino del consenso, sino de la confrontación y de las mayorías matemáticas. Es una cuestión puramente electoral", aseguró.
El massista Roberto Basualdo se sumó a ese argumento. "El mismo reglamento del Parlasur decía que la elección no debería ser junto con la nacional. Vamos a tener que gastar en viáticos y sueldos cuando recién van a empezar a legislar en 2020", observó.
El debate fue seguido atentamente por el apoderado del PJ y cerebro detrás de la iniciativa, Jorge Landau, quien junto al re ferente de La Cámpora Andrés ‘Cuervo’ Larroque dieron forma a la redacción del proyecto.
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