Con un gol de Eden Hazard, de penal, el conjunto de Mourinho se había puesto en ventaja, pero Sterling marcó el 1 a 1. La revancha será en Londres. El ganador jugará con el Tottenham o Sheffield United
El estadio de Anfield se presentó de la mejor manera para el encuentro que disputaron el Liverpool y el Chelsea por la primera semifinal de la Copa de la Liga de Inglaterra. El ensordecedor barullo de los simpatizantes locales llevó a que el equipo de Brendan Rodgers tome las iniciativas del pleito.
La presión de Raheem Sterling, junto con las proyecciones de Alberto Moreno y los remates distantes de Steven Gerard exigieron constantemente a Thibaut Courtois, quien respondió de manera perfecta para mantener el cero.
El dominio era de los Reds, pero el que pegó primero fue el elenco de Londres. Una supuesta infracción sobre Eden Hazard adentro del área le permitió al belga anotar el 1 a 0 para la sorpresa de todos los presentes. Una vez más, los merecimientos no coincidían con el resultado.
En el complemento una arremetida de Sterling derivó en el 1 a 1. El oriundo de Jamaica aplicó su máxima velocidad para desparramar a todas sus marcas y definir con un tiro rasante. La apresurada salida del arquero belga no sirvió para evitar la conquista local. La reacción del Liverpool volvió a encender a los fanáticos y los remates de Gerard (al palo) y Philippe Coutinho (a los guantes de Courtois), ilusionaban con la victoria.
Los minutos transcurrían y la figura del guardameta visitante crecía considerablemente. Una combinación entre Adam Lallana y el jamaiquino llevaron a que el inglés desenfunde un tiro de sobrepique con destino de red. Pero la mano derecha del protagonista estelar de la noche ahogó el grito. El empate mantenía un sabor amargo para los Reds.
Finalmente, el gol nunca llegó y la llave se mantuvo abierta. La revancha será la próxima semana en Londres, y el que consiga el boleto al choque decisivo se medirá ante el Tottenham o Sheffield United, que mañana abren la segunda semifinal.
Fuente: PLAYFUTBOL
El estadio de Anfield se presentó de la mejor manera para el encuentro que disputaron el Liverpool y el Chelsea por la primera semifinal de la Copa de la Liga de Inglaterra. El ensordecedor barullo de los simpatizantes locales llevó a que el equipo de Brendan Rodgers tome las iniciativas del pleito.
La presión de Raheem Sterling, junto con las proyecciones de Alberto Moreno y los remates distantes de Steven Gerard exigieron constantemente a Thibaut Courtois, quien respondió de manera perfecta para mantener el cero.
El dominio era de los Reds, pero el que pegó primero fue el elenco de Londres. Una supuesta infracción sobre Eden Hazard adentro del área le permitió al belga anotar el 1 a 0 para la sorpresa de todos los presentes. Una vez más, los merecimientos no coincidían con el resultado.
En el complemento una arremetida de Sterling derivó en el 1 a 1. El oriundo de Jamaica aplicó su máxima velocidad para desparramar a todas sus marcas y definir con un tiro rasante. La apresurada salida del arquero belga no sirvió para evitar la conquista local. La reacción del Liverpool volvió a encender a los fanáticos y los remates de Gerard (al palo) y Philippe Coutinho (a los guantes de Courtois), ilusionaban con la victoria.
Los minutos transcurrían y la figura del guardameta visitante crecía considerablemente. Una combinación entre Adam Lallana y el jamaiquino llevaron a que el inglés desenfunde un tiro de sobrepique con destino de red. Pero la mano derecha del protagonista estelar de la noche ahogó el grito. El empate mantenía un sabor amargo para los Reds.
Finalmente, el gol nunca llegó y la llave se mantuvo abierta. La revancha será la próxima semana en Londres, y el que consiga el boleto al choque decisivo se medirá ante el Tottenham o Sheffield United, que mañana abren la segunda semifinal.
Fuente: PLAYFUTBOL
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