La entidad reportó ganancias por 69,3 millones de euros, 20 veces más que el año anterior.
El banco de la Santa Sede anunció ayer que sus ingresos netos se dispararon en 2014, recuperándose de la extraordinaria reforma que llevó a cabo la entidad durante el año pasado para corregir sus irregularidades.
El Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido popularmente como Banco Vaticano, reportó ganancias netas por 69,3 millones de euros (76 millones de dólares), lo que supone un incremento de más de 20 veces respecto a los 2,9 millones informados el año pasado. En 2013, el banco perdió dinero en inversiones y en el valor de la disminución de sus tenencias de oro, y tuvo que hacer frente a los costos de cumplir con las normas más estrictas contra el lavado de dinero.
El objetivo de 'limpiar' el banco fue parte de un esfuerzo más amplio para reformar la Santa Sede y sus instituciones financieras que inició Benedicto XVI y que continuó el Papa Francisco, quien nombró a algunos de sus colaboradores más cercanos en diversas comisiones para escrutar las actividades financieras del Vaticano.
El IOR, que sirve a cientos de organizaciones caritativas católicas, explicó que de los 69,3 millones de euros de beneficio neto destinará 55 millones de euros al presupuesto de la Santa Sede. Los restantes 14,3 millones de euros irán destinados a la reserva de capital de la propia institución.
El banco de la Santa Sede anunció ayer que sus ingresos netos se dispararon en 2014, recuperándose de la extraordinaria reforma que llevó a cabo la entidad durante el año pasado para corregir sus irregularidades.
El Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido popularmente como Banco Vaticano, reportó ganancias netas por 69,3 millones de euros (76 millones de dólares), lo que supone un incremento de más de 20 veces respecto a los 2,9 millones informados el año pasado. En 2013, el banco perdió dinero en inversiones y en el valor de la disminución de sus tenencias de oro, y tuvo que hacer frente a los costos de cumplir con las normas más estrictas contra el lavado de dinero.
El objetivo de 'limpiar' el banco fue parte de un esfuerzo más amplio para reformar la Santa Sede y sus instituciones financieras que inició Benedicto XVI y que continuó el Papa Francisco, quien nombró a algunos de sus colaboradores más cercanos en diversas comisiones para escrutar las actividades financieras del Vaticano.
El IOR, que sirve a cientos de organizaciones caritativas católicas, explicó que de los 69,3 millones de euros de beneficio neto destinará 55 millones de euros al presupuesto de la Santa Sede. Los restantes 14,3 millones de euros irán destinados a la reserva de capital de la propia institución.
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