El nuevo presidente de la compañía anunció su plan de recortes el mismo día en que envió cartas de despido a 20.000 empleados; a la mayoría les ofrecerá un contrato con Malaysia Airlines Berhad, la nueva sociedad que nacerá en septiembre
Malaysia Airlines está "técnicamente en quiebra", aseguró hoy su nuevo presidente alemán, Christoph Mueller, el mismo día en que les envío una carta de despido a 20.000 empleados de la compañía aérea, cuyos aviones protagonizaron dos tragedias, una de las cuales sigue siendo un misterio.
"Técnicamente, estamos en quiebra y el deterioro de los resultados empezó mucho antes de los trágicos sucesos de 2014", dijo Christoph Mueller a la prensa.
Malaysia Airlines envió hoy una carta de despido a sus cerca de 20.000 empleados y a 14.000 les ofreció un nuevo contrato en Malaysia Airlines Berhad (MAS Bhd), la nueva sociedad creada para reemplazar a la aerolínea a partir del 1° de septiembre de 2015.
Por lo tanto, suprimieron por lo menos unos 6000 puestos y esos empleados tendrán un finiquito determinado por su tiempo en la empresa: un mes de salario por cada año trabajado para los que llevan menos de diez años y un mes y medio para los que llevan más de una década.
Mueller ya había utilizado este método expeditivo en la irlandesa Aer Lingus y la belga Sabena y la alemana Lufthansa, lo que le valieron el apodo de " Terminator" por sus recortes de empleo.
La compañía malasia espera que Mueller, de 52 años, la "reinvente" a partir del 1° de septiembre con una nueva imagen de marca que le permita dejar atrás el estigma del desastre que vivió en 2014 con dos tragedias aéreas.
El 8 de marzo de 2014, un Boeing 777-200 del vuelo MH370 que, con 239 personas a bordo, desapareció cuando volaba de Kuala Lumpur a Pekín. La investigación, en la que colabora Malasia, China y Australia, cree que el aparato cambió de rumbo y se estrelló en un remoto lugar en el sur del océano Índico cuando se agotó el combustible. Nunca se encontraron rastro de su paradero.
Cuatro meses después, otro Boeing 777-200 del vuelo MH17, con 298 personas a bordo, se estrelló derribado por un misil en una zona del este de Ucrania en la que combatían fuerzas gubernamentales y rebeldes prorrusos. No hubo sobrevivientes.
Ambos siniestros precipitaron la debacle económica de la aerolínea que arrastraba pérdidas económicas desde hacía varios años debido a la subida del precio del crudo y la competencia, entre otras razones.
Un fondo de inversión público la rescató el pasado año, imponiendo un golpe de timón en la gestión. Mueller aseguró que espera parar "la sangría" en 2015 y estabilizarla el próximo, antes de empezar a crecer de nuevo en 2017.
Malaysia Airlines está "técnicamente en quiebra", aseguró hoy su nuevo presidente alemán, Christoph Mueller, el mismo día en que les envío una carta de despido a 20.000 empleados de la compañía aérea, cuyos aviones protagonizaron dos tragedias, una de las cuales sigue siendo un misterio.
"Técnicamente, estamos en quiebra y el deterioro de los resultados empezó mucho antes de los trágicos sucesos de 2014", dijo Christoph Mueller a la prensa.
Malaysia Airlines envió hoy una carta de despido a sus cerca de 20.000 empleados y a 14.000 les ofreció un nuevo contrato en Malaysia Airlines Berhad (MAS Bhd), la nueva sociedad creada para reemplazar a la aerolínea a partir del 1° de septiembre de 2015.
Por lo tanto, suprimieron por lo menos unos 6000 puestos y esos empleados tendrán un finiquito determinado por su tiempo en la empresa: un mes de salario por cada año trabajado para los que llevan menos de diez años y un mes y medio para los que llevan más de una década.
Mueller ya había utilizado este método expeditivo en la irlandesa Aer Lingus y la belga Sabena y la alemana Lufthansa, lo que le valieron el apodo de " Terminator" por sus recortes de empleo.
La compañía malasia espera que Mueller, de 52 años, la "reinvente" a partir del 1° de septiembre con una nueva imagen de marca que le permita dejar atrás el estigma del desastre que vivió en 2014 con dos tragedias aéreas.
El 8 de marzo de 2014, un Boeing 777-200 del vuelo MH370 que, con 239 personas a bordo, desapareció cuando volaba de Kuala Lumpur a Pekín. La investigación, en la que colabora Malasia, China y Australia, cree que el aparato cambió de rumbo y se estrelló en un remoto lugar en el sur del océano Índico cuando se agotó el combustible. Nunca se encontraron rastro de su paradero.
Cuatro meses después, otro Boeing 777-200 del vuelo MH17, con 298 personas a bordo, se estrelló derribado por un misil en una zona del este de Ucrania en la que combatían fuerzas gubernamentales y rebeldes prorrusos. No hubo sobrevivientes.
Ambos siniestros precipitaron la debacle económica de la aerolínea que arrastraba pérdidas económicas desde hacía varios años debido a la subida del precio del crudo y la competencia, entre otras razones.
Un fondo de inversión público la rescató el pasado año, imponiendo un golpe de timón en la gestión. Mueller aseguró que espera parar "la sangría" en 2015 y estabilizarla el próximo, antes de empezar a crecer de nuevo en 2017.
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