El teniente general del Ejército Gu Junshan fue condenado por corrupción por recibir cerca de 96 millones de dólares por participar en una estafa millonaria
Un juzgado militar condenó hoy a pena de muerte con dos años de aplazamiento por corrupción y otros crímenes al teniente general Gu Junshan, quien fuera el principal responsable de logística de las Fuerzas Armadas chinas, según publica la agencia oficial Xinhua.
Gu fue declarado culpable de corrupción, malversación de fondos, aceptación de sobornos, abuso de poder y utilización ilícita de fondos del estado, y sus activos personales fueron confiscados, de acuerdo al acta judicial que cita Xinhua. También se le privó de su rango de teniente general y se decomisaron todas sus ganancias y bienes ilícitos,
Detenido a comienzos de 2014, se cree que Gu recibió dádivas por un valor de cerca de 600 millones de yuanes (96 millones de dólares) por participar en una estafa de un total de 30.000 millones de yuanes (4800 millones de dólares), según publicó el pasado año el semanario Phoenix Weekly, vinculado al Gobierno central chino.
Gu, según esa revista, llenaba coches de lujo de lingotes de oro que entregaba a sus "colaboradores", y era especialmente aficionado a las estatuas de oro de Buda.
El ex teniente general, no obstante, se enfrenta a la posibilidad de salvarse de la pena de muerte. En el régimen chino, cuando la pena de muerte tiene un aplazamiento de dos años significa que si en ese período el preso muestra buen comportamiento, se conmuta la pena de muerte por cadena perpetua.
No se trata del único alto cargo acusado de corrupción del Ejército de Liberación Popular chino (ELP), el mayor del mundo con más de dos millones de efectivos y durante décadas la institución con más poder en el "triunvirato" (Estado-Partido-Fuerzas Armadas) que domina el régimen chino, según algunos observadores.
Entre los más sonados está el del ex general Xu Caihou, número dos del ejército chino entre 2004 y 2012 que murió debido a un cáncer de próstata el pasado marzo cuando estaba siendo investigado por corrupción.
Un juzgado militar condenó hoy a pena de muerte con dos años de aplazamiento por corrupción y otros crímenes al teniente general Gu Junshan, quien fuera el principal responsable de logística de las Fuerzas Armadas chinas, según publica la agencia oficial Xinhua.
Gu fue declarado culpable de corrupción, malversación de fondos, aceptación de sobornos, abuso de poder y utilización ilícita de fondos del estado, y sus activos personales fueron confiscados, de acuerdo al acta judicial que cita Xinhua. También se le privó de su rango de teniente general y se decomisaron todas sus ganancias y bienes ilícitos,
Detenido a comienzos de 2014, se cree que Gu recibió dádivas por un valor de cerca de 600 millones de yuanes (96 millones de dólares) por participar en una estafa de un total de 30.000 millones de yuanes (4800 millones de dólares), según publicó el pasado año el semanario Phoenix Weekly, vinculado al Gobierno central chino.
Gu, según esa revista, llenaba coches de lujo de lingotes de oro que entregaba a sus "colaboradores", y era especialmente aficionado a las estatuas de oro de Buda.
El ex teniente general, no obstante, se enfrenta a la posibilidad de salvarse de la pena de muerte. En el régimen chino, cuando la pena de muerte tiene un aplazamiento de dos años significa que si en ese período el preso muestra buen comportamiento, se conmuta la pena de muerte por cadena perpetua.
No se trata del único alto cargo acusado de corrupción del Ejército de Liberación Popular chino (ELP), el mayor del mundo con más de dos millones de efectivos y durante décadas la institución con más poder en el "triunvirato" (Estado-Partido-Fuerzas Armadas) que domina el régimen chino, según algunos observadores.
Entre los más sonados está el del ex general Xu Caihou, número dos del ejército chino entre 2004 y 2012 que murió debido a un cáncer de próstata el pasado marzo cuando estaba siendo investigado por corrupción.
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