Miles de simpatizantes forman fila frente al estadio Allianz Arena, donde el conjunto de Coudet enfrentará esta noche a Palmeiras, con la ilusión de conseguir una entrada.

La primera excursión de Rosario Central en esta edición de la Copa Libertadores generó en los simpatizantes el mismo desborde de euforia que exhiben en cada encuentro en el Gigante de Arroyito y que en este caso se mudó a San Pablo, donde esta noche el conjunto de Eduardo Coudet enfrentará a Palmeiras, por la segunda fecha del grupo 2 del certamen. Más de 3.000 hinchas ya se encuentran en las afueras del estadio Allianz Arena, con el objetivo de conseguir una de las 1.700 entradas que se están vendiendo, a horas del inicio del encuentro, previsto para las 21.45.
La situación generó molestias en la dirigencia canalla, que había solicitado un número mayor de boletos, pero recibió una respuesta negativa de sus pares de Palmeiras. Ante ello, el presidente de Central, Raúl Broglia, manifestó su preocupación y advirtió sobre la posibilidad de que esta limitación genere problemas con los hinchas que no obtengan un ticket, que se venderán a 120 reales. “Si no alcanzan las entradas, lo lamentamos, pero puede haber incidentes. Hemos trabajado con el cónsul argentino en San Pablo, con el cónsul brasileño en Rosario, hemos hecho todo lo posible porque la preocupación es lo que puede pasar cuando no se consigan más entradas”, expresó Broglia, en declaraciones realizadas en AM830 de Rosario.

Mientras algunos formaban fila en el estadio, otros simpatizantes daban vueltas en el lobby del hotel Pullman, donde se encuentra alojado el plantel, a la pesca del tan codiciado boleto. “No podemos darles una solución. Hablamos con alguien de Palmeiras y nos dijo que a Fluminense le habían dado la misma cantidad de entradas y que eso era una decisión exclusiva de la policía”, explicó Broglia.
Mientras los hinchas esperan poder estar esta noche en el Allianz Arena, el plantel arribó anoche a San Pablo, en un vuelo proveniente del aeroparque de la ciudad de Buenos Aires. Durante el traslado, los futbolistas se mostraron eufóricos, aplaudieron y entonaron algunas de las canciones emblemáticas de la hinchada. Este mediodía, los jugadores realizaron la última práctica liviana antes del encuentro.

La primera excursión de Rosario Central en esta edición de la Copa Libertadores generó en los simpatizantes el mismo desborde de euforia que exhiben en cada encuentro en el Gigante de Arroyito y que en este caso se mudó a San Pablo, donde esta noche el conjunto de Eduardo Coudet enfrentará a Palmeiras, por la segunda fecha del grupo 2 del certamen. Más de 3.000 hinchas ya se encuentran en las afueras del estadio Allianz Arena, con el objetivo de conseguir una de las 1.700 entradas que se están vendiendo, a horas del inicio del encuentro, previsto para las 21.45.
La situación generó molestias en la dirigencia canalla, que había solicitado un número mayor de boletos, pero recibió una respuesta negativa de sus pares de Palmeiras. Ante ello, el presidente de Central, Raúl Broglia, manifestó su preocupación y advirtió sobre la posibilidad de que esta limitación genere problemas con los hinchas que no obtengan un ticket, que se venderán a 120 reales. “Si no alcanzan las entradas, lo lamentamos, pero puede haber incidentes. Hemos trabajado con el cónsul argentino en San Pablo, con el cónsul brasileño en Rosario, hemos hecho todo lo posible porque la preocupación es lo que puede pasar cuando no se consigan más entradas”, expresó Broglia, en declaraciones realizadas en AM830 de Rosario.

Mientras algunos formaban fila en el estadio, otros simpatizantes daban vueltas en el lobby del hotel Pullman, donde se encuentra alojado el plantel, a la pesca del tan codiciado boleto. “No podemos darles una solución. Hablamos con alguien de Palmeiras y nos dijo que a Fluminense le habían dado la misma cantidad de entradas y que eso era una decisión exclusiva de la policía”, explicó Broglia.
Mientras los hinchas esperan poder estar esta noche en el Allianz Arena, el plantel arribó anoche a San Pablo, en un vuelo proveniente del aeroparque de la ciudad de Buenos Aires. Durante el traslado, los futbolistas se mostraron eufóricos, aplaudieron y entonaron algunas de las canciones emblemáticas de la hinchada. Este mediodía, los jugadores realizaron la última práctica liviana antes del encuentro.
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