Inauguración sin festejo, apertura parcial pero no total, diseño original pero cuestionado, presupuesto excedido y tiempo de construcción eterno.

Con todas estas "etiquetas" se abre parcialmente este jueves la estación de metro diseñada por el arquitecto español Santiago Calatrava en el World Trade Center (WTC).
El "Oculus", como se llama la controvertida obra, conectará hasta once líneas de metro distintas con la línea de tren que enlaza a Nueva York con Nueva Jersey, permitirá el acceso subterráneo a las principales torres del WTC y albergará un centro comercial y restaurantes.
Unas 50.000 personas lo usarán cada día y la Autoridad del Puerto de Nueva York y Nueva Jersey (PATH), que gestiona el proyecto, considera que este número se doblará una vez que las instalaciones estén completamente operativas.
La estación de metro más cara del mundo terminó costando US$4.000 millones y se construyó en 12 años.
Y para otro diario neoyorquino, el New York Post, es "la estación más fea del mundo", un "mausoleo" que tiró millones de dólares "por el agujero".
El director de construcción del nuevo WTC, Steve Plate, dijo que "la estación representa el renacer de la Zona Cero tras los atentados de 2001".
Fuente: La Nacion

Con todas estas "etiquetas" se abre parcialmente este jueves la estación de metro diseñada por el arquitecto español Santiago Calatrava en el World Trade Center (WTC).
El "Oculus", como se llama la controvertida obra, conectará hasta once líneas de metro distintas con la línea de tren que enlaza a Nueva York con Nueva Jersey, permitirá el acceso subterráneo a las principales torres del WTC y albergará un centro comercial y restaurantes.
Unas 50.000 personas lo usarán cada día y la Autoridad del Puerto de Nueva York y Nueva Jersey (PATH), que gestiona el proyecto, considera que este número se doblará una vez que las instalaciones estén completamente operativas.
La estación de metro más cara del mundo terminó costando US$4.000 millones y se construyó en 12 años.
Y para otro diario neoyorquino, el New York Post, es "la estación más fea del mundo", un "mausoleo" que tiró millones de dólares "por el agujero".
El director de construcción del nuevo WTC, Steve Plate, dijo que "la estación representa el renacer de la Zona Cero tras los atentados de 2001".
Fuente: La Nacion
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