Ocurrió en España, donde el trabajador dijo que ya había cumplido su jornada laboral y que no tenía relevo; después de dos hora en pausa, los viajeros debieron tomar un colectivo.

Un tren que viajaba de Santander a Madrid, España , anoche sufrió un episodio insólito: el maquinista dejó varados a todos los pasajeros porque había cumplido su horario laboral. Y no le importó que no hubiera reemplazo.
Las 109 personas que estaban a bordo debieron esperar una solución en la estación palentina de Osorno, luego de que el conductor se bajara y se negara a seguir con su jornada laboral, que ya se había excedido, de acuerdo a una nota publicada por el diario español El País.
La compañía dueña de la máquina y contratante del empelado abrió una investigación para conocer a fondo qué es lo que sucedió y también para dar al trabajador una oportunidad de explicar su actitud.
Desde el sindicato de maquinistas ya salieron a defenderlo: "Un maquinista, igual que un conductor de autobús o de avión, no puede sobrepasar el tiempo máximo de conducción establecido. Estaba cumpliendo la ley".
"Lamentamos el retraso y los trastornos que haya podido causar e informamos a los viajeros que tienen derecho al reembolso del 100% del billete", declararon desde la empresa, que además cuenta que la formación había salido de la capital cántabra a las 19 y tenía que haber llegado a destino a las 23.37. Sin embargo, a dos horas y cuarto de partir, la máquina se detuvo.
"El maquinista manifestó que había concluido su jornada laboral y que no había sustituto. Así que detuvo el tren y se bajó" en esta localidad, según indicó un portavoz de la Guardia Civil. "Nos han dicho que el maquinista ha decidido parar porque ha terminado su jornada laboral y no quiere arriesgarse a tener un accidente por exceso de horas", contó uno de los pasajeros.
La empresa tardó más de dos horas en comunicar a los viajeros varados qué era lo que había ocurrido y luego los pasajeros fueron enviados a destino en colectivos que la empresa debió contratar de emergencia.
Un tren que viajaba de Santander a Madrid, España , anoche sufrió un episodio insólito: el maquinista dejó varados a todos los pasajeros porque había cumplido su horario laboral. Y no le importó que no hubiera reemplazo.
Las 109 personas que estaban a bordo debieron esperar una solución en la estación palentina de Osorno, luego de que el conductor se bajara y se negara a seguir con su jornada laboral, que ya se había excedido, de acuerdo a una nota publicada por el diario español El País.
La compañía dueña de la máquina y contratante del empelado abrió una investigación para conocer a fondo qué es lo que sucedió y también para dar al trabajador una oportunidad de explicar su actitud.
Desde el sindicato de maquinistas ya salieron a defenderlo: "Un maquinista, igual que un conductor de autobús o de avión, no puede sobrepasar el tiempo máximo de conducción establecido. Estaba cumpliendo la ley".
"Lamentamos el retraso y los trastornos que haya podido causar e informamos a los viajeros que tienen derecho al reembolso del 100% del billete", declararon desde la empresa, que además cuenta que la formación había salido de la capital cántabra a las 19 y tenía que haber llegado a destino a las 23.37. Sin embargo, a dos horas y cuarto de partir, la máquina se detuvo.
"El maquinista manifestó que había concluido su jornada laboral y que no había sustituto. Así que detuvo el tren y se bajó" en esta localidad, según indicó un portavoz de la Guardia Civil. "Nos han dicho que el maquinista ha decidido parar porque ha terminado su jornada laboral y no quiere arriesgarse a tener un accidente por exceso de horas", contó uno de los pasajeros.
La empresa tardó más de dos horas en comunicar a los viajeros varados qué era lo que había ocurrido y luego los pasajeros fueron enviados a destino en colectivos que la empresa debió contratar de emergencia.
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