Más de la mitad de los californianos rechazaron una norma que pondría en jaque a la rentable industria del cine XXX.

Ayer en Estados Unidos se eligió al nuevo presidente del país. Toda la atención estaba concentrada en Donald Trump y Hillary Clinton, pero no era la única elección que estaban llevando a cabo los estadounidenses. Numerosos estados aprovechaban la cita con las urnas para realizar varios referéndums. En California, por ejemplo, se aprobó la legalización de la marihuana. Pero también se hizo otra pregunta espinosa: si debe ser obligatorio el uso del preservativo en las películas pornográficas.
Conocida como “Propuesta 60” o “ley del preservativo”, esta medida generó mucha controversia, pero finalmente los californianos la rechazaron con casi el 54% de los votos.
Un 53,9% de los electores votaron en contra de la Proposición 60, iniciativa que obligaría a los actores de cintas pornográficas a usar preservativos y otras medidas de protección durante los rodajes. La propuesta la impulsó Michael Weinstein, presidente de la Fundación de Salud AIDS (sida, en inglés).
El condado donde mayor apoyo recibió el "sí" es precisamente el de Los Angeles, donde está enclavado Hollywood. La Proposición 60 también requería que los productores de las cintas paguen por exámenes de salud y vacunas, entre otros requisitos. Además animaba a los consumidores a servir de inspectores y denunciar a quienes violaran la medida.
La industria pornográfica es una de las más rentables en el Valle de San Fernando, un negocio multimillonario en el sector de Los Angeles, pero en los últimos años se vio golpeada por la controversia desplegada sobre el uso de preservativos.
En 2012, los votantes del condado de Los Ángeles aprobaron la Medida B, que requería el uso de preservativos entre los actores. No obstante, la iniciativa que también fue impulsada por Weinstein, entró en una batalla legal con opositores y no fue aplicada.
Mike Stabile, director de comunicación y vocero de la campaña No a Prop. 60, dijo en un comunicado que la medida ponía a los actores productores en una cuerda floja a nivel legal, abriendo el camino a demandas y persecución. La industria había amenazado con mudar sus filmaciones al estado de Florida de aprobarse la medida.
Los opositores a la Proposición 60 siempre alegaron que no están en desacuerdo a las regulaciones sanitarias al destacar que desde el año 2004 no se reportó ningún caso de contagio del virus del sida en los sets de filmación de las películas para adultos.

Ayer en Estados Unidos se eligió al nuevo presidente del país. Toda la atención estaba concentrada en Donald Trump y Hillary Clinton, pero no era la única elección que estaban llevando a cabo los estadounidenses. Numerosos estados aprovechaban la cita con las urnas para realizar varios referéndums. En California, por ejemplo, se aprobó la legalización de la marihuana. Pero también se hizo otra pregunta espinosa: si debe ser obligatorio el uso del preservativo en las películas pornográficas.
Conocida como “Propuesta 60” o “ley del preservativo”, esta medida generó mucha controversia, pero finalmente los californianos la rechazaron con casi el 54% de los votos.
Un 53,9% de los electores votaron en contra de la Proposición 60, iniciativa que obligaría a los actores de cintas pornográficas a usar preservativos y otras medidas de protección durante los rodajes. La propuesta la impulsó Michael Weinstein, presidente de la Fundación de Salud AIDS (sida, en inglés).
El condado donde mayor apoyo recibió el "sí" es precisamente el de Los Angeles, donde está enclavado Hollywood. La Proposición 60 también requería que los productores de las cintas paguen por exámenes de salud y vacunas, entre otros requisitos. Además animaba a los consumidores a servir de inspectores y denunciar a quienes violaran la medida.
La industria pornográfica es una de las más rentables en el Valle de San Fernando, un negocio multimillonario en el sector de Los Angeles, pero en los últimos años se vio golpeada por la controversia desplegada sobre el uso de preservativos.
En 2012, los votantes del condado de Los Ángeles aprobaron la Medida B, que requería el uso de preservativos entre los actores. No obstante, la iniciativa que también fue impulsada por Weinstein, entró en una batalla legal con opositores y no fue aplicada.
Mike Stabile, director de comunicación y vocero de la campaña No a Prop. 60, dijo en un comunicado que la medida ponía a los actores productores en una cuerda floja a nivel legal, abriendo el camino a demandas y persecución. La industria había amenazado con mudar sus filmaciones al estado de Florida de aprobarse la medida.
Los opositores a la Proposición 60 siempre alegaron que no están en desacuerdo a las regulaciones sanitarias al destacar que desde el año 2004 no se reportó ningún caso de contagio del virus del sida en los sets de filmación de las películas para adultos.
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