Se trata de reiterados hechos de abuso, violencia y vejaciones que culminaron tras 9 años con la detención del victimario. Mantenía cautiva a su familia y abusaba de una de sus hijas.
La casa del barrio San Esteban, ubicada en el partido bonaerense de Cañuelas, fue -durante años- escenario de hechos macabros. El hijo mayor del matrimonio que ocupaba la morada forzó la puerta y se encontró con la madre, su hija discapacitada y sus dos nietos encerrados y en un lamentable estado.
Ubaldo Miguel Reynoso, el jefe de familia, de 55 años de edad, los tuvo esclavizados por espacio de nueve años, justo a paritr del mismo momento en que la mujer hizo la primera denuncia por violencia de género en su contra.
El hecho se dio cuando vivían en Ezeiza y la mujer descubrió que abusaba sexualmente de la hija discapacitada de ambos. Al verse acorralado, el hombre las obligó a irse de la casa de Cañuelas, de donde ya no les permitió salir. Tan sólo les dejaba un balde para que hicieran sus necesidades fisiológicas.
Ahora, la hija de la pareja en cuestión tiene 25 años de edad y dos criaturas de 11 y 6 años, de las que incluso se sospecha podrían ser hijos de su propio "abuelo", el abusador.
Además, tiene un embarazo de ocho meses producto de otra violación.
La casa del barrio San Esteban, ubicada en el partido bonaerense de Cañuelas, fue -durante años- escenario de hechos macabros. El hijo mayor del matrimonio que ocupaba la morada forzó la puerta y se encontró con la madre, su hija discapacitada y sus dos nietos encerrados y en un lamentable estado.
Ubaldo Miguel Reynoso, el jefe de familia, de 55 años de edad, los tuvo esclavizados por espacio de nueve años, justo a paritr del mismo momento en que la mujer hizo la primera denuncia por violencia de género en su contra.
El hecho se dio cuando vivían en Ezeiza y la mujer descubrió que abusaba sexualmente de la hija discapacitada de ambos. Al verse acorralado, el hombre las obligó a irse de la casa de Cañuelas, de donde ya no les permitió salir. Tan sólo les dejaba un balde para que hicieran sus necesidades fisiológicas.
Ahora, la hija de la pareja en cuestión tiene 25 años de edad y dos criaturas de 11 y 6 años, de las que incluso se sospecha podrían ser hijos de su propio "abuelo", el abusador.
Además, tiene un embarazo de ocho meses producto de otra violación.
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