El Papa visitó en el palacio del Quirinale al presidente del país europeo, frente a quien insistió en la necesidad de crear "oportunidades de trabajo decente".
El papa Francisco destacó hoy la "generosa" gestión migratoria de Italia tras visitar en el palacio del Quirinale al presidente del país europeo Sergio Mattarella, frente a quien insistió en la necesidad de crear "oportunidades de trabajo decente".
"Miro a Italia con esperanza. Una esperanza que tiene sus raíces en la memoria agradecida hacia los
padres y abuelos, que también son los míos, porque mis raíces están en este país", aseveró el Pontífice tras un encuentro privado de casi media hora con Mattarella, que significó la "devolución" de la visita del mandatario al Vaticano en abril de 2015.
"Memoria agradecida a las generaciones que nos precedieron y que, con la ayuda de Dios, han llevado adelante los valores fundamentales: la dignidad de la persona, la familia, el trabajo ... Y estos valores también los han colocado en el centro de la Constitución de la República, lo que ofrece y proporciona un marco estable para la vida democrática de la gente", agregó el Obispo de Roma.
"Una esperanza, por lo tanto, fundada en la memoria, una memoria agradecida", la describió.
"Vivimos, sin embargo, un momento en el que Italia y Europa en su conjunto están llamadas a afrontar problemas y riesgos de diversa naturaleza, como el terrorismo internacional, que se alimenta del fundamentalismo", planteó luego Jorge Bergoglio, que llegó a la sede del gobierno italiano en su tradicional Ford Focus apenas escoltado por algunas motos de policía.
En esos problemas, incluyó además al "fenómeno de la migración, aumentado por las guerras y los graves desequilibrios sociales y económicos persistentes en muchas áreas del mundo; y la dificultad de las jóvenes generaciones para acceder a un trabajo estable y decente, lo que ayuda a aumentar la poca confianza en el futuro y no favorece la creación de nuevas familias y niños".
"Me alegra señalar que Italia, gracias a la laboriosa generosidad de sus ciudadanos y al compromiso de sus instituciones y apelando a sus abundantes recursos espirituales, se esfuerza para transformar estos retos en oportunidades de crecimiento y nuevas oportunidades", agregó el Pontífice, que llegó acompañado por una delegación de nueve altos funcionarios vaticanos.
"Esto se evidencia, entre otras cosas, la bienvenida a los muchos refugiados que llegan a sus costas, el trabajo de primeros auxilios garantizada por sus buques en el Mediterráneo y el compromiso de las cantidades de voluntarios, entre ellos asociaciones e instituciones eclesiales y una extensa red de parroquias", agregó en esa dirección en el edificio que fue sede de los Papas hasta 1870.
El papa Francisco destacó hoy la "generosa" gestión migratoria de Italia tras visitar en el palacio del Quirinale al presidente del país europeo Sergio Mattarella, frente a quien insistió en la necesidad de crear "oportunidades de trabajo decente".
"Miro a Italia con esperanza. Una esperanza que tiene sus raíces en la memoria agradecida hacia los
padres y abuelos, que también son los míos, porque mis raíces están en este país", aseveró el Pontífice tras un encuentro privado de casi media hora con Mattarella, que significó la "devolución" de la visita del mandatario al Vaticano en abril de 2015.
"Memoria agradecida a las generaciones que nos precedieron y que, con la ayuda de Dios, han llevado adelante los valores fundamentales: la dignidad de la persona, la familia, el trabajo ... Y estos valores también los han colocado en el centro de la Constitución de la República, lo que ofrece y proporciona un marco estable para la vida democrática de la gente", agregó el Obispo de Roma.
"Una esperanza, por lo tanto, fundada en la memoria, una memoria agradecida", la describió.
"Vivimos, sin embargo, un momento en el que Italia y Europa en su conjunto están llamadas a afrontar problemas y riesgos de diversa naturaleza, como el terrorismo internacional, que se alimenta del fundamentalismo", planteó luego Jorge Bergoglio, que llegó a la sede del gobierno italiano en su tradicional Ford Focus apenas escoltado por algunas motos de policía.
En esos problemas, incluyó además al "fenómeno de la migración, aumentado por las guerras y los graves desequilibrios sociales y económicos persistentes en muchas áreas del mundo; y la dificultad de las jóvenes generaciones para acceder a un trabajo estable y decente, lo que ayuda a aumentar la poca confianza en el futuro y no favorece la creación de nuevas familias y niños".
"Me alegra señalar que Italia, gracias a la laboriosa generosidad de sus ciudadanos y al compromiso de sus instituciones y apelando a sus abundantes recursos espirituales, se esfuerza para transformar estos retos en oportunidades de crecimiento y nuevas oportunidades", agregó el Pontífice, que llegó acompañado por una delegación de nueve altos funcionarios vaticanos.
"Esto se evidencia, entre otras cosas, la bienvenida a los muchos refugiados que llegan a sus costas, el trabajo de primeros auxilios garantizada por sus buques en el Mediterráneo y el compromiso de las cantidades de voluntarios, entre ellos asociaciones e instituciones eclesiales y una extensa red de parroquias", agregó en esa dirección en el edificio que fue sede de los Papas hasta 1870.
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