Empezó el juicio oral contra el cantante de El Otro Yo, acusado por abuso sexual y corrupción de menores

Cristian Aldana se encuentra con prisión preventiva en el penal de Marcos Paz e insiste con que es inocente. La próxima audiencia será este jueves.



La justicia criminal inició este martes el proceso al cantante de la banda “El otro yo”, Humberto Cristian Aldana, por el delito de abuso sexual a siete mujeres menores de edad, con la lectura del pedido de elevación a juicio de las fiscales.

La acusación, firmada por Betina Botta y Ángeles Mayorano, detalló cómo y dónde Aldana habría sometido a sus siete víctimas.

Según lo determinado por las fiscales en la investigación penal, los episodios tienen un patrón común: abusaba de fanáticas menores de edad, sin experiencia sexual, que contactaban al cantante a través del blog de la banda.

Según el testimonio de las víctimas, que al momento de iniciar la relación con Aldana tenían entre 13 y 16 años, el cantante “las sometía anal y vaginalmente, en ocasiones con violencia”, y luego las impulsaba a convencer a amigas para que participaran en tríos u orgías conducidas por él.

También las obligaba a “practicarle sexo oral, les introducía utensilios de cocina en los orificios y a menudo incorporó a otros hombres en los encuentros sexuales con las menores”, determinó el Ministerio Público Fiscal.

Consultada sobre las especulaciones sobre la posibilidad de que el cantante declarara mañana, su abogada, Silvina Parodi, dijo a la agencia Télam que “eso no sucederá porque no hay audiencia”.

“La próxima audiencia es el jueves a las 9.30, y tampoco creo que declare en esa ocasión. Recién estamos en período de pruebas y escuchando a los primeros testigos”, explicó.

La defensa del cantante había anticipado que “haría uso de su derecho a declarar, aún cuando la sugerencia legal fue que no lo hiciera”.

Durante la sesión de este martes, la secretaria del Tribunal Oral Criminal 25 fue leyendo caso por caso, pero cuando promediaba uno de los más escatológicos y violentos, una de las víctimas comenzó a temblar y a llorar y tuvo que ser sacada de la sala.

Aldana llegó desde el penal de Marcos Paz en una camioneta y al ingresar fue increpado e insultado por familiares y amigos de las víctimas, aunque también recibió algunos gritos de aliento.

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