Atlético Tucumán tumbó a Boca en la Bombonera

El Decano se impuso por 2-1 y dejó al Xeneize casi sin chances de pelear por la Superliga. Núñez (PT 8m) y Barbona (ST 25m) anotaron para los tucumanos, mientras que Ábila (ST 16m) había logrado el empate parcial.



Boca perdió como local de Atlético Tucumán por 2-1, en el juego pendiente de la fecha 15, y quedó casi sin chances de pelear por la Superliga: está a diez puntos de Racing y Defensa y Justicia, a falta de seis fechas.

Iban ocho minutos cuando se rompió la paridad. Tras un lateral desde la izquierda, toda la defensa local quedó desacomodada tras dos pases de primera y Mauro Matos, en posición de wing, algo extraño para él, tiró un centro que parecía no llevar mucho peligro. Sin embargo, Julio Buffarini hizo una pifia insólita y Gervasio Núñez no perdonó.


Esa jugada fue todo un síntoma de lo que sería la defensa de Boca durante toda la noche, llena de desacoples y ofreciendo una invitación perfecto ante cada intento visitante.

Con la doble obligación, ahora de hacer de mínima dos goles, el Xeneize empezó a cargar con frecuencia sobre el área de Lucchetti, pero careció de precisión en los metros finales. En la más clara, el colombiano Sebastián Villa perdió contra el arquero, en una jugada que invitaba más para el centro.

Antes del arranque del complemento, Gustavo Alfaro dispuso el ingreso de Mauro Zárate por el inexpresivo Bebelo Reynoso.

Cuando Boca empezaba a caer en la desesperación lo rescató Wanchope, quien definió con algo de fortuna tras buena corrida hasta las narices del Laucha.

Con el 1-1 Alfaro sacó a Tevez y armó doble 9 con Ábila y Darío Benedetto: estaba claro que el empate no servía. Acto seguido Villa dejó la cancha por Cristian Pavón, quien en la primera que tuvo despilfarró una gran oportunidad al errar el pase para Wanchope.

En la contra Atlético volvió a llegar a fondo y facturó: David Barbona definió con categoría tras otra siesta de la última línea. Iban 25 minutos.

Ese fue un golpe casi letal para Boca, que se quedó sin ideas para quebrar un equipo que plantó una línea de cuatro y una de cinco bien definidas y que casi no pasó sustos. El Xeneize carecía de elaboración en la mitad y así terminó cayendo sin chances de torcer la historia.

 

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