Michelle Bachelet denunció torturas y ejecuciones en Venezuela

La Alta Comisionada de derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, denunció que las fuerzas de seguridad venezolanas, respaldadas por milicias progubernamentales, han reprimido la disidencia pacífica con uso excesivo de la fuerza, muertes y torturas que han sido documentadas por su oficina.



"Estoy profundamente preocupada por la magnitud y la gravedad del impacto en los derechos humanos de la crisis actual en Venezuela, la cual es también un factor de desestabilización en la región". Detalle a detalle, golpe a golpe, Michelle Bachelet, Alta Comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas, ha desvelado hoy la profundidad del daño que la revolución bolivariana ha ocasionado al país petrolero, en otros tiempos ya muy lejanos el país más rico del subcontinente. Y lo hizo donde más le duele al gobierno de Nicolás Maduro, en el propio seno de la ONU y en el periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, organización a la que el chavismo corteja con todos sus medios en busca de aliados más allá del eje Rusia-Cuba-China-Turquía.

"Mi oficina documentó numerosas violaciones de derechos humanos y abusos cometidos por las fuerzas de seguridad y grupos armados progubernamentales", ha subrayado la ex presidenta chilena, en clara alusión a los famosos colectivos paramilitares chavistas. Desde el uso excesivo de la fuerza a las torturas y malos tratos, pasando por homicidios, detenciones arbitrarias, amenazas e intimidaciones, que forman parte del manual del terror puesto en práctica por la revolución.



"Seguimos investigando informes de posibles ejecuciones extrajudiciales por parte de las fuerzas de seguridad. En 2018, se informó que las FAES (Fuerzas Especiales de la Policía Nacional) mataron al menos a 205 personas. Según informes, otros 37 fueron asesinados en enero de 2019 en Caracas", ha añadido Bachelet, haciéndose eco de la represión que rodeó la sublevación militar en Cotiza y las protestas que acompañaron la jura de Juan Guaidó como presidente encargado.

La Alta Comisionada no se ha dejado engañar por las cortinas de humo lanzadas por el Gobierno: "Durante los allanamientos ilegales a las casas realizadas por las FAES, posteriormente informan de la muerte como resultado de un enfrentamiento armado, aunque testigos informan que las víctimas estaban desarmadas. Las víctimas vivían en barrios pobres y participaron en protestas antigubernamentales. Me preocupan especialmente los informes que indican que estas operaciones son una forma de represalia e intimidación".

Bachelet mantiene en Venezuela una comisión sobre el terreno, que ha chocado con lo que su jefa denomina la "reducción del espacio democrático, especialmente la criminalización continua de la protesta pacífica y la disidencia". Varios médicos que informaron a la delegación sobre las carencias hospitalarios fueron perseguidos, incluso agredidos por los paramilitares. "Es importante que mi equipo tenga acceso sin obstáculos, sin represalias contra ninguna persona que se haya reunido o intentado reunirse con ellos", ha precisado la funcionaria de la ONU.

Más allá de las violaciones a los derechos humanos, la radiografía expuesta por Bachelet delata parte de la tragedia venezolana: el deterioro del sistema de salud, la escasez de agua y de gas natural, la crisis de los alimentos, el colapso del transporte público y la hiperinflación "generan condiciones económicas extremas que han provocado miles de protestas sociales" y la "huida" de más de tres millones de personas.

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