Huracán y Argentinos Juniors cerraron la fecha con un empate

No hubo goles en el Tomás Adolfo Ducó. Ambos equipos están en la zona media de la tabla



Huracán y Argentinos Juniors despidieron la cuarta fecha de la Superliga con un pobre empate sin goles en Parque de los Patricios, donde se produjo la reaparición del delantero uruguayo Santiago Silva en el conjunto visitante, mientras se instruye un proceso que lo involucra en un caso de dóping ocurrido hace cuatro meses, cuando jugaba por Gimnasia y Esgrima La Plata.

De esta manera Huracán se quedó en el décimotercer lugar del campeonato con cinco unidades, mientras que Argentinos lo antecede, con seis.



Y la muestra de sus ubicaciones en la tabla de posiciones se trasladó esta noche al juego y al marcador, que pese a algunas, muy pocas acciones de riesgo, en general frente al arco de Argentinos, donde volvió a responder con solvencia el arquero Lucas Chaves, nunca estuvo peligrando en el cero final.

Un mano a mano de Lucas Barrios, ex Argentinos Juniors, que obturó en gran forma Chaves, y un tiro libre de Rodrigo Druppy Gómez, otro ex Bicho, cuando se terminaba el partido, que devolvió el travesaño, fueron esas acciones de mayor riesgo para la valla de Argentinos. Argentinos Juniors supo manejar la pelota durante el primer tiempo, aunque le faltó potencia arriba para quebrar a la última línea huracanense, sobre todo porque promediando la misma se fue lesionado Gabriel Hauche.

La ausencia en ataque del Diablo no pudo ser suplida por un Silva al que se lo notó muy feliz con su regreso pero poco efectivo a la hora de pisar el área rival, aunque siempre volcó su espíritu de lucha, ese que le terminó valiendo un corte en su despoblado cuero cabelludo en un choque con Saúl Salcedo.

En definitiva ambos equipos, imbuídos por las líneas futbolísticas que les imponen sus respectivos entrenadores, Juan Pablo Vojvoda en el local y Diego Dabove en la visita, tuvieron (tienen) buenas intenciones, pero en muchos casos las limitaciones de sus ejecutantes conspiran contra el buen juego. Como ocurrió en la cálida noche de Parque de los Patricios.

 

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