La joven estrella olímpica dio detalles de la decisión de no continuar compitiendo con el equipo de Estados Unidos tras un primer salto errático.
La atleta estadounidense Simone Biles ha sido noticia este martes a nivel mundial después de retirarse de la final de la competición de gimnasia por equipos en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020.
Tras su abandono la atleta ha salido al paso de las especulaciones sobre una posible lesión en el pie. "No estoy lesionada, simplemente tengo una pequeña herida en mi orgullo", ha reconocido al término de la competición.
¡ALERTA EN #Tokyo2020! 😰
— MARCA Claro (@MarcaClaro) July 27, 2021
Después de este salto, @Simone_Biles quedó fuera de la final de gimnasia artística por equipos
Los detalles en https://t.co/AS75n5CHp2 pic.twitter.com/Nlq6AM0qTf
"Ahora tengo que concentrarme en mi salud mental", ha dicho Simone Biles rompiendo uno de los grandes tabúes en el mundo del deporte, la psicología.
"Tenemos que proteger nuestras mentes y nuestros cuerpos. Esto no es simplemente salir y hacer lo que el mundo quiere que hagamos", ha denunciado al mismo tiempo que establecía claras sus prioridades: "Es más importante la salud mental que el deporte ahora mismo".
Respecto a su posible participación en la final individual de este próximo jueves la atleta no ha confirmado ni su participación ni su abandono. "Veremos día a día, y ya veremos que pasa", ha dicho la que es una de las mejores gimnastas de la historia tanto dentro como fuera del tapiz.
A pesar de su abandono este martes, la atleta se ha colgado al cuello la medalla de plata en la final por equipos, una más a su palmarés que se sigue agrandando a la par que su figura con declaraciones como la de este martes.
"Podéis hacer esto sin mí", ese fue el mensaje que Simone Biles trasmitió a sus compañeras de equipo cuando les anunció que se retiraba de la final por equipos.
"Estoy orgullosa de cómo las chicas dieron un paso adelante e hicieron lo que tenían que hacer", ha contado orgullosa tras acabar la final, en la que Rusia ganó el oro y Estados Unidos perdió una competición por primera vez desde 2010.
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