ATLANTA (AP) — Veintinueve días después de debutar en las Grandes Ligas, Dylan Lee subió al montículo del Truist Park para cumplir su primera apertura, nada menos que en la Serie Mundial.
Su currículum en las mayores constaba de 80 lanzamientos a 21 bateadores. En la temporada regular hizo sólo 29 a nueve contrincantes.
Y no aumentó mucho su cuenta en el Clásico de Otoño. Efectuó sólo 15 pitcheos por los Bravos, que sin embargo remontaron para superar el sábado 3-2 a los Astros de Houston, colocándose a un solo triunfo de la coronación.
El zurdo de 27 años enfrentó a cuatro bateadores y permitió una carrera, sacando sólo un out. Fue la apertura más breve en una Serie Mundial desde una de David Wells para los Yanquis en el quinto juego de la edición de 2003.
En su primera apertura de cualquier nivel en más de cuatro años, Lee se fue sin decisión, con una efectividad desastrosa de 27.00.
Los ocho jugadores de posición estaban ya en el terreno cuando Lee ingresó corriendo desde el bullpen, como lo haría un relevista. Calzaba spikes rojos y brillantes.
Lanzó sólo cinco strikes. Permitió un sencillo del venezolano José Altuve dentro del cuadro en su primer pitcheo y se marchó con las bases repletas tras regalar boletos a Michael Brantley y al cubano Yordan Álvarez.
En medio de esas bases por bolas, ponchó a Alex Bregman con un cambio de velocidad y cuenta de 2-2.
Brian Snitker esperó hasta el sábado por la tarde para notificarle a Lee que sería el abridor inesperado.
“Fue por su bien”, dijo el manager. “Difícilmente habría dormido, porque la gente le habría enviado mensajes y su teléfono no habría dejado de sonar en toda la noche”.
Gracias a que los Bravos remontaron, el sueño tal vez no le sería tan complicado a Lee el sábado por la noche.
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