Perú: aumentan cultivos de hoja de coca durante la pandemia

LIMA (AP) — Perú volvió a incrementar en 2020 y en medio de la pandemia del coronavirus sus cultivos de hectáreas de hoja de coca hasta 61.777 hectáreas, informó el gobierno el domingo.

En 2019 el país andino sumó un total de 54.655 hectáreas, en 2018 otras 54.134 hectáreas y 2017 unas 49.900 hectáreas, de acuerdo con un estudio gubernamental de cocales que contó con el acompañamiento técnico de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y el apoyo de la Unión Europea.

Según las autoridades, las cosechas de hoja de coca peruana se usan en su mayoría para fabricar, mediante un proceso químico, el clorhidrato de cocaína que es sacado del país en avionetas que salen para Bolivia y Brasil o en barcos que desde el Pacífico van rumbo a Europa.

La mayor zona productora de hoja de coca incluyen diez distritos ubicados en el inmenso Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro. Esta decena de distritos concentran más del 91% de cocales y están ubicados en las regiones Junín, Ayacucho y Cusco.

El cultivo también se expandió con fuerza en casi 20% dentro de los territorios de pueblos indígenas amazónicos. Un grupo de más de 50 jefes nativos llegaron la semana pasada a Lima para exigir la titulación de sus tierras comunales y así evitar el avance de la siembra de cocales. Desde 2013 el avance de siembra de hoja de coca en sus tierras ha provocado el asesinato de 17 líderes indígenas, según las autoridades.

El gobierno reconoció que la siembra en tierras indígenas “implica una grave amenaza para la seguridad de las poblaciones indígenas, quienes se ven obligados a ser desplazados de sus territorios por parte de organizaciones criminales vinculadas al tráfico ilícito de drogas”.

Al mismo tiempo, el viernes la primera ministra Mirtha Vásquez anunció el cese de una protesta de campesinos cultivadores de hoja de coca que bloqueaban por una semana una vía del sur. Los campesinos piden que el gobierno cese la destrucción de sus cocales aduciendo que con la venta de esos cultivos alimentan a sus familias. Las relaciones con los cocaleros se mantienen tensas.

La Oficina de las Naciones contra la Droga y el Delito comunicó en su reporte mundial de drogas que la demanda internacional de cocaína, especialmente de países como Bélgica, Francia, Reino Unido, España, Alemania y Brasil no había cesado durante la pandemia.

Perú es el segundo productor mundial de cocaína y a su vez, segundo cultivador global de hoja de coca, después de Colombia, según la DEA y Naciones Unidas.

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