Los jubilados de la mínima comenzaron ya a cobrar el bono de julio de $17.000 y para mañana se espera un nuevo anuncio que el ministro de Economía, Sergio Massa, definió como una "buena noticia" para ese sector. El gasto público previsional presentó caídas sostenidas en términos reales desde principios de año y en mayo esa baja fue de 10,2% real. Sigue abierta la negociación con el FMI en torno al ajuste fiscal y este martes se espera la concreción del viaje del equipo económico a Washington. Las jubilaciones en general vienen mostrando una dinámica por debajo de la inflación, aunque los bonos fueron una herramienta que permitió que el 80% de los jubilados le ganaran al IPC.
Tras la inauguración del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, Massa aseguró que está preparando junto a la titular de Anses, Fernanda Raverta, medidas para los sectores más vulnerables. "Estamos trabajando dar una muy buena noticia también a jubilados y beneficiarios con Fernanda", destacó el ministro en declaraciones radiales. Esta vez podría no tratarse de un bono, sino de algo similar a una tarjeta alimentaria.
En lo que refiere al gasto público, en mayo del 2023, último dato conocido hasta la fecha, del total de gastos corrientes, $740.038 millones estuvo destinado a jubilaciones, un 92,4% más en comparación con mayo 2022, según la Secretaría de Hacienda, lo que implicó una caída de 10,2% anual en términos reales, es decir al comparar con la inflación interanual de 114,2% que se observó en ese mes. La tendencia se repitió en los cinco primeros meses de 2023. Los ajustes fueron de 4,27% en enero; 10,12% en febrero; 6,26% en marzo; y 8,38% en abril. Siempre en términos reales.
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Un relevamiento publicado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) indicó que la caída en el gasto en jubilaciones viene de arrastre desde 2022 cuando el año cerró con una inflación del 94,75%, mientras que los haberes previsionales se incrementaron en un 72,45%, más de 20 puntos por debajo de la suba de precios.
Ante esta problemática, la salida fue la entrega de un refuerzo de ingresos. En la última actualización acorde a la Ley de Movilidad en junio, el aumento en las prestaciones fue de 21%, "quedando levemente por debajo de las estimaciones de inflación del período abril-junio", por lo que la decisión del Gobierno fue entregar un bono de $15.000 el mes pasado, de $17.000 este mes y de $20.000 en agosto.
Sergio Massa junto a Fernanda Raverta, titular de Anses
Mientras el recorte en el gasto público de las jubilaciones abarca a todos los jubilados, los bonos destinados a mejorar el ingreso y protegerlo frente a la inflación solo son aplicables a la jubilación mínima. El extra de 17.000 pesos, por ejemplo, lo cobran aquellos que perciben un suma mensual de $70.938 (el haber mínimo con el último aumento) y ese plus va decreciendo hasta llegar a los $5.000 extra que reciben los que cobran hasta $141.876 (el equivalente a dos jubilaciones mínimas). De todos modos, los beneficiarios de algún refuerzo representan el 80% de los jubilados.
Por su parte, Anses sí tiene en cuenta el bono al momento del hacer un análisis. El organismo que dirige Raverta anticipó que "en julio de 2023, la jubilación mínima más el refuerzo será un 134,3% mayor que la de julio 2022, lo que representa un incremento anual, en términos reales, del 8,6%".
"Anses toma los incrementos que está otorgando por fuera de la fórmula. En este escenario, el poder adquisitivo de las jubilaciones se mantiene estable con un bono para compensar el efecto de la inflación", explicó el director de CEPA, Hernán Letcher a este diario. También explicó que, efectivamente, "los bonos no se aplican al conjunto de las jubilaciones" y que "una parte que no equipara (con la inflación)" porque "no recibe bono y no tiene la misma evolución".
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