El plantel, con todas sus figuras, visitó el Verizon Center para vivir una noche distinta; Messi fue nombrado Miembro Honorario de los Wizards y luego fue capturado por la Kiss-cam, junto a Mascherano
El plantel argentino palpitó en el estadio Verizon Center del agónico triunfo de Indiana Pacers sobre Washington Wizards por 103 a 101, en otra jornada de la NBA.
Casi sobre el final del primer cuarto, tras una tarde de práctica en la Universidad de Georgetown, Lionel Messi y compañía ingresaron al estadio casi en concordancia con el momento en que Luis Scola pisó el rectángulo de juego. El conjunto albiceleste se ubicó en uno de los palcos, detrás de los bancos de suplentes.
La experiencia, infrecuente, fue motivada por la presencia de Luifa en los Pacers, y el fanatismo de Gerardo Martino por la NBA.
El equipo local, Washington Wizards, no dejó pasar la oportunidad y nombró Miembro Honorario a Lionel Messi, que posó con una camiseta con la 10 y el apellido de la Pulga en la espalda.
Gracias a la gestión de Scola, que consiguió las entradas, los integrantes de la delegación argentina se alojaron en la suite 124 del estadio, una zona donde los agentes de seguridad le impidieron el paso a cualquier curioso que no exhibiera un ticket de ese sector. Una de las pocas afortunadas fue una joven, que logró que Messi le estampe su firma en el dorso de su celular. La chica celebró a los gritos el objetivo logrado.
El plantel cenó en el estadio, y si bien la dieta es rigurosa, también se permitieron masticar unos pochoclos. Tampoco faltaron aquellos que aprovecharon para comprar merchandising oficial. Por ejemplo, Éver Banega adquirió una gorra roja de los Wizards.
Tal vez el momento más simpático de la noche fue cuando la imagen de Carlos Tevez, Messi y Javier Mascherano apareció en la pantalla gigante del estadio, y, poco después, la Pulga y Masche fueron interceptados por la intrépida Kiss-Cam. Las carcajadas de ambos y la ovación del público coronaron la ocurrencia.
Tras el partido, Luifa pidió permiso para dialogar unos minutos con los jugadores, que se quedaron hasta el final y hasta lograron sacarse fotos en el medio de la cancha, ya sin testigos.
Cuando Scola salió del vestuario rumbo al sector donde estaban los futbolistas, fueron varios los compañeros que preguntaron: "¿Lo va a ver a Messi?", y ante la confirmación de que eso sucedería, corrieron detrás de él. El encuentro fue breve, porque Indiana literalmente se fue volando del estadio, dado que este jueves enfrentan a Milwaukee Bucks. Se sabe, el ritmo de la NBA no se detiene. Ni siquiera ante Messi.
El plantel argentino palpitó en el estadio Verizon Center del agónico triunfo de Indiana Pacers sobre Washington Wizards por 103 a 101, en otra jornada de la NBA.
Casi sobre el final del primer cuarto, tras una tarde de práctica en la Universidad de Georgetown, Lionel Messi y compañía ingresaron al estadio casi en concordancia con el momento en que Luis Scola pisó el rectángulo de juego. El conjunto albiceleste se ubicó en uno de los palcos, detrás de los bancos de suplentes.
La experiencia, infrecuente, fue motivada por la presencia de Luifa en los Pacers, y el fanatismo de Gerardo Martino por la NBA.
El equipo local, Washington Wizards, no dejó pasar la oportunidad y nombró Miembro Honorario a Lionel Messi, que posó con una camiseta con la 10 y el apellido de la Pulga en la espalda.
Gracias a la gestión de Scola, que consiguió las entradas, los integrantes de la delegación argentina se alojaron en la suite 124 del estadio, una zona donde los agentes de seguridad le impidieron el paso a cualquier curioso que no exhibiera un ticket de ese sector. Una de las pocas afortunadas fue una joven, que logró que Messi le estampe su firma en el dorso de su celular. La chica celebró a los gritos el objetivo logrado.
El plantel cenó en el estadio, y si bien la dieta es rigurosa, también se permitieron masticar unos pochoclos. Tampoco faltaron aquellos que aprovecharon para comprar merchandising oficial. Por ejemplo, Éver Banega adquirió una gorra roja de los Wizards.
Tal vez el momento más simpático de la noche fue cuando la imagen de Carlos Tevez, Messi y Javier Mascherano apareció en la pantalla gigante del estadio, y, poco después, la Pulga y Masche fueron interceptados por la intrépida Kiss-Cam. Las carcajadas de ambos y la ovación del público coronaron la ocurrencia.
Tras el partido, Luifa pidió permiso para dialogar unos minutos con los jugadores, que se quedaron hasta el final y hasta lograron sacarse fotos en el medio de la cancha, ya sin testigos.
Cuando Scola salió del vestuario rumbo al sector donde estaban los futbolistas, fueron varios los compañeros que preguntaron: "¿Lo va a ver a Messi?", y ante la confirmación de que eso sucedería, corrieron detrás de él. El encuentro fue breve, porque Indiana literalmente se fue volando del estadio, dado que este jueves enfrentan a Milwaukee Bucks. Se sabe, el ritmo de la NBA no se detiene. Ni siquiera ante Messi.
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