El equipo catalán le ganó 3 a 0 al Bayern Múnich. La "Pulga" (2) y Neymar marcaron los goles en la ida de la semifinal. La revancha se jugará el próximo martes
Con Berlín en la mente, Barcelona y Bayern Munich se medían en el primer asalto de una semifinal que se presentaba apasionante. Frente a frente los dos conjuntos del continente que mejor fútbol ofensivo practican. El regreso de Pep Guardiola a la que fue su casa ponía el punto de morbo a un partido con mayúsculas. Es que el DT catalán marcó una época en el fútbol con el estilo de toque que implantó en el conjunto culé, pero eso ya era historia. Este nuevo Barça de su amigo Luis Enrique no tenía tanto que envidiar al inolvidable 'Pep Team'. A todo esto, los culés buscaban la revancha de hace dos años tras sufrir un meneo histórico, también en semifinales, a manos del conjunto bávaro.
El choque arrancó con un ritmo frenético en el que el Barça intentaba hacerse con el mando del partido. El mejor momento de los azulgrana hizo acto de presencia desde el arranque, cuando comenzaron a hacer temblar los cimientos del conjunto germano. El primero en avisar fue Luis Suárez en una mano a mano ante Neuer. El uruguayo se plantó con todo el tiempo del mundo para decidir, pero, a la hora de la verdad, el meta alemán se hizo grande y desvió con el pie su remate. Sin tiempo para lamentarse, el '9' azulgrana generó otra clarísima ocasión: se marchó fácil de Boateng, centró al área pequeña para que Neymar empuje el primero a la red, pero el remate del brasileño se estrelló en Rafinha y se marchó al córner. Volvían a perdonar los culés.
Bayern estaba contra las cuerdas, pero un equipo de tal envergadura se repone con facilidad. Y así fue como pudo adelantarse de no ser por la falta de acierto de Lewandowski: el polaco recibió un magnífico balón de Müller, pero el polaco, en boca de gol y sin oposición, no acertó en el remate para respiro del Camp Nou.
Después de este inicio de encuentro frenético, el choque entró en una fase de juego más calmada. Aun así, eran los de Luis Enrique los que generaban las ocasiones más peligrosas. Así llegó la oportunidad para Dani Alves, quien buscó superar con la puntera a Neuer, pero el arquero volvió a demostrar su valía evitando el gol con el pie. Tercera ocasión clara que desperdiciaban los culés en una primera mitad apasionante.
El descanso no fue un buen síntoma para los azulgrana, que saltaron con otra actitud en la segunda parte. En gran medida producida por el buen hacer del conjunto alemán, que adelantó sus líneas, obligando al Barça a jugar más cerca de su meta. Los locales comenzaron a sufrir ante el tímido acoso de los de Guardiola. El balón estaba en poder de los alemanes, y ese era el principal mal de los locales, que luego, poco a poco, pudieron recuperar las buenas sensaciones. De hecho, y a pesar de no controlar el juego, gozaron de otra buena ocasión para abrir el marcador: genial pase de Messi para Neymar, pero, una vez más, Neuer intervino de excelente manera. Un arquero diferente al resto.
El partido perdía intensidad y las ocasiones llegaban de manera intermitente. Pero... Cuando todo hacía indicar que habría que esperar a la vuelta para desequilibrar la igualdad, Messi entró en escena para cambiar por completo el escenario del partido. Y apareció a lo grande, firmando un doblete sublime en el tramo final para acercar al Barça a la final de Berlín. Messi, siempre Messi.
Con Berlín en la mente, Barcelona y Bayern Munich se medían en el primer asalto de una semifinal que se presentaba apasionante. Frente a frente los dos conjuntos del continente que mejor fútbol ofensivo practican. El regreso de Pep Guardiola a la que fue su casa ponía el punto de morbo a un partido con mayúsculas. Es que el DT catalán marcó una época en el fútbol con el estilo de toque que implantó en el conjunto culé, pero eso ya era historia. Este nuevo Barça de su amigo Luis Enrique no tenía tanto que envidiar al inolvidable 'Pep Team'. A todo esto, los culés buscaban la revancha de hace dos años tras sufrir un meneo histórico, también en semifinales, a manos del conjunto bávaro.
El choque arrancó con un ritmo frenético en el que el Barça intentaba hacerse con el mando del partido. El mejor momento de los azulgrana hizo acto de presencia desde el arranque, cuando comenzaron a hacer temblar los cimientos del conjunto germano. El primero en avisar fue Luis Suárez en una mano a mano ante Neuer. El uruguayo se plantó con todo el tiempo del mundo para decidir, pero, a la hora de la verdad, el meta alemán se hizo grande y desvió con el pie su remate. Sin tiempo para lamentarse, el '9' azulgrana generó otra clarísima ocasión: se marchó fácil de Boateng, centró al área pequeña para que Neymar empuje el primero a la red, pero el remate del brasileño se estrelló en Rafinha y se marchó al córner. Volvían a perdonar los culés.
Bayern estaba contra las cuerdas, pero un equipo de tal envergadura se repone con facilidad. Y así fue como pudo adelantarse de no ser por la falta de acierto de Lewandowski: el polaco recibió un magnífico balón de Müller, pero el polaco, en boca de gol y sin oposición, no acertó en el remate para respiro del Camp Nou.
Después de este inicio de encuentro frenético, el choque entró en una fase de juego más calmada. Aun así, eran los de Luis Enrique los que generaban las ocasiones más peligrosas. Así llegó la oportunidad para Dani Alves, quien buscó superar con la puntera a Neuer, pero el arquero volvió a demostrar su valía evitando el gol con el pie. Tercera ocasión clara que desperdiciaban los culés en una primera mitad apasionante.
El descanso no fue un buen síntoma para los azulgrana, que saltaron con otra actitud en la segunda parte. En gran medida producida por el buen hacer del conjunto alemán, que adelantó sus líneas, obligando al Barça a jugar más cerca de su meta. Los locales comenzaron a sufrir ante el tímido acoso de los de Guardiola. El balón estaba en poder de los alemanes, y ese era el principal mal de los locales, que luego, poco a poco, pudieron recuperar las buenas sensaciones. De hecho, y a pesar de no controlar el juego, gozaron de otra buena ocasión para abrir el marcador: genial pase de Messi para Neymar, pero, una vez más, Neuer intervino de excelente manera. Un arquero diferente al resto.
El partido perdía intensidad y las ocasiones llegaban de manera intermitente. Pero... Cuando todo hacía indicar que habría que esperar a la vuelta para desequilibrar la igualdad, Messi entró en escena para cambiar por completo el escenario del partido. Y apareció a lo grande, firmando un doblete sublime en el tramo final para acercar al Barça a la final de Berlín. Messi, siempre Messi.
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