Sirven para quitar la fatiga y son de venta libre. La combinación con bebidas alcohólicas puede provocar shocks cardíacos y hasta el coma en los adolescentes. La última encuesta del Sedronar reveló que el 67% de los estudiantes ya lo probó
Hace tiempo que la medicina advierte sobre los peligrosos efectos del consumo de bebidas energizantes (estimulantes) con alcohol (efecto depresor) sobre todo en los adolescentes cuyo organismo está en permanente desarrollo y puede sufrir un "shock cardíaco o neurológico" que pone en riesgo la vida. Si bien son de venta libre y sirven como estimulante para quitar la fatiga, la mezcla puede ser letal o terminar en un coma. Las últimas cifras difundidas por el Sedronar asustan y las advertencias no parecen frenar a los adolescentes: el 67% de los estudiantes secundarios (dos tercios del total) ya lo probó alguna vez en la vida.
Los argentinos son grandes consumidores de bebidas energizantes ya que el consumo medido puede ayudar a tener más vitalidad. De hecho, fueron pensados como suplemento para los deportistas, aunque no se recomienda más de una lata por día porque aumenta considerablemente el ritmo cardíaco. Según el estudio del Sedronar, "las bebidas energizantes aparecen hoy como la segunda sustancia psicoactiva más consumida por los jóvenes, después del alcohol. Más de la mitad de los jóvenes de entre 13 y 14 años probó bebidas energizantes alguna vez: el 55,9%".
A respecto, Mónica Nápoli, médica toxicóloga del Hospital Santojanni, le dijo a Clarín que estas suelen mezclarse con vodka, champán y algunos licores. "Las bebidas estimulantes se combinan con bebidas alcohólicas que son depresoras y cada una de ellas obtura los síntomas de intoxicación. Por eso, se llega a intoxicaciones más severas combinándolas". Además, alertó que los daños cardiológicos y neurológicos son "más sensibles en los menores de 14 años" porque su metabolismo todavía está en formación.
Los efectos de la mezcla pueden ser el insomnio, la pérdida de la conciencia, taquicardia, vómitos, aceleración del metabolismo, disminución de la temperatura corporal y pérdida de reflejos. Las bebidas energizantes poseen 80 mg de cafeína por cada lata de 250 ml.
Según un estudio de la consultora Nielsen al que accedió Clarín, más de la mitad del consumo de energizantes del país se concentra en Buenos Aires. En el último año, el 38,3% de la compra estuvo en Capital y el Conurbano, y otro 17,3% en el resto de la Provincia. En la mayoría de los casos, la gente los compra en almacenes, supermercados y kioscos. El verano es cuando la gente más lo consume, ya sea por vacaciones o ciclo de exámenes.
Hace tiempo que la medicina advierte sobre los peligrosos efectos del consumo de bebidas energizantes (estimulantes) con alcohol (efecto depresor) sobre todo en los adolescentes cuyo organismo está en permanente desarrollo y puede sufrir un "shock cardíaco o neurológico" que pone en riesgo la vida. Si bien son de venta libre y sirven como estimulante para quitar la fatiga, la mezcla puede ser letal o terminar en un coma. Las últimas cifras difundidas por el Sedronar asustan y las advertencias no parecen frenar a los adolescentes: el 67% de los estudiantes secundarios (dos tercios del total) ya lo probó alguna vez en la vida.
Los argentinos son grandes consumidores de bebidas energizantes ya que el consumo medido puede ayudar a tener más vitalidad. De hecho, fueron pensados como suplemento para los deportistas, aunque no se recomienda más de una lata por día porque aumenta considerablemente el ritmo cardíaco. Según el estudio del Sedronar, "las bebidas energizantes aparecen hoy como la segunda sustancia psicoactiva más consumida por los jóvenes, después del alcohol. Más de la mitad de los jóvenes de entre 13 y 14 años probó bebidas energizantes alguna vez: el 55,9%".
A respecto, Mónica Nápoli, médica toxicóloga del Hospital Santojanni, le dijo a Clarín que estas suelen mezclarse con vodka, champán y algunos licores. "Las bebidas estimulantes se combinan con bebidas alcohólicas que son depresoras y cada una de ellas obtura los síntomas de intoxicación. Por eso, se llega a intoxicaciones más severas combinándolas". Además, alertó que los daños cardiológicos y neurológicos son "más sensibles en los menores de 14 años" porque su metabolismo todavía está en formación.
Los efectos de la mezcla pueden ser el insomnio, la pérdida de la conciencia, taquicardia, vómitos, aceleración del metabolismo, disminución de la temperatura corporal y pérdida de reflejos. Las bebidas energizantes poseen 80 mg de cafeína por cada lata de 250 ml.
Según un estudio de la consultora Nielsen al que accedió Clarín, más de la mitad del consumo de energizantes del país se concentra en Buenos Aires. En el último año, el 38,3% de la compra estuvo en Capital y el Conurbano, y otro 17,3% en el resto de la Provincia. En la mayoría de los casos, la gente los compra en almacenes, supermercados y kioscos. El verano es cuando la gente más lo consume, ya sea por vacaciones o ciclo de exámenes.
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