El papa a los inmigrantes: "No se avergüencen nunca de sus tradiciones"

El pontífice pronunció un discurso a favor de la inmigración frente a la comunidad hispana en el Independence Mall, símbolo de la historia de Estados Unidos; también abogó por la libertad religiosa


Después de descansar unas horas en el Seminario San Carlos Borromeo, donde se hospeda en Filadelfia, última escala en su viaje de nueve días por Cuba y Estados Unidos, el papa Francisco se dirigió esta tarde en un papamóvil hacia el Independence Hall, en el caso histórico de la ciudad.

Ante unas 40.000 personas, la mayoría de la comunidad hispana, el Papa pronunció un discurso en español enfocado en la inmigración y la libertad religiosa.

El Papa comenzó su discurso evocando el símbolo histórico del Independence Hall, donde los fundadores de los Estados Unidos firmaron la Declaración de Independencia y la Constitución. El papa argentino de 78 años utiliza el mismo atril que usó Abraham Lincoln cuando pronunció el discurso de Gettysburg durante la Guerra Civil.



"Recordemos las grandes luchas que llevaron a la abolición de la esclavitud, la extensión del derecho de voto, el crecimiento del movimiento obrero y el esfuerzo gradual para eliminar todo tipo de racismo y de prejuicios contra la llegada posterior de nuevos americanos", dijo el Papa, al abordar el tema de la migración, uno de los pilares de la campaña presidencial del año próximo en Estados Unidos.

"Esto demuestra que cuando un país está determinado a permanecer fiel a sus principios, a esos principios fundacionales, basados en el respeto a la dignidad humana, se fortalece y se renueva. Cuando un país guarda la memoria de sus raíces, sigue creciendo, se renueva y sigue asumiendo en su seno nuevos pueblos y nueva gente que viene a él", exhortó el Papa, que desde que llegó llama a los estadounidenses a no cerrar las puertas a los inmigrantes.

"Nos ayuda mucho recordar nuestro pasado -continuó-. Un pueblo que tiene memoria no repite los errores del pasado. En cambio, afronta con confianza los retos del presente y del futuro". "La memoria salva el alma de un pueblo de aquello o aquellos que quieren dominarlo o quieren utilizarlo para sus propios intereses", añadió.

Hacia el fin de sus palabras, el Papa se volvió a dirigir a los "miembros de la gran población hispana de los Estados Unidos" que lo fueron a ver.

"Muchos de ustedes han emigrado, los saludo con mucho afecto. Y muchos de ustedes han emigrado a este país con un gran costo personal pero con la esperanza de construir una nueva vida. No se desanimen por las dificultades que tengan que afrontar. Les pido que no olviden que al igual que los que llegaron aquí antes, ustedes traen muchos dones a esta nación", les dijo.

"Por favor, no se avergüencen nunca de sus tradiciones, no olviden las lecciones que aprendieron de sus mayores y que pueden enriquecer la vida de esta tierra americana", agregó.

"También están llamados a ser ciudadanos responsables y a contribuir provechosamente a la vida de las comunidades en que viven", añadió Francisco.

"Al contribuir con sus dones no solo encontrarán su lugar aquí sino que ayudaran a renovar la sociedad desde dentro", animó el Papa a los inmigrantes.

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