Demandó a su sobrino de 12 años por darle un saludo muy fuerte

Fue sometida a varias intervenciones y culpa al niño por haberla saludado eufóricamente


Jennifer Connell decidió ir a saludar a su sobrino el día que cumplía ocho años. El niño, apenas la vio llegar, se entusiasmó y salió corriendo a recibirla. La maniobra, que para cualquier niño de esa edad puede ser algo desaforada, resultó en una caída de Connell, lo que le provocó algunas lesiones.

Tras sufrir dos cirugías y ver cómo el pequeño incidente se transformaba en una abultada factura de servicios médicos, Connell no tuvo mejor idea que demandar a la familia del niño a que le pague los gastos en que incurrió tras la caída. A partir de ese momento, el caso escaló a niveles casi absurdos.

Cuando Connell recurrió a la familia y a su seguro para que se hicieran cargo de los gastos, la compañía aseguradora sólo le ofreció un dólar como compensación. A partir de allí, la damnificada recurrió al estudio de abogados Jainchill & Beckert para llevar el tema a la justicia.

Cuatro años después, el jurado rechazó la demanda de Jennifer Connell, alegando que el niño no era responsable de sus lesiones.

"Desde el principio este caso... era por algo: que las facturas médicas las pagaran el seguro de los propietarios de la casa", dijo el despacho de abogados el miércoles en una declaración vía email. "Nuestra clienta nunca buscó dinero de su sobrino ni de su familia".

Peter Kochenburger, especialista en seguros de la Escuela de Leyes de la Universidad de Connecticut, indicó que una demanda legal estatal suele requerir que aquellos que exigen perjuicio demanden al individuo responsable. "En Connecticut y en la mayoría de los estados, si tienes un caso contra alguien por negligencia, demandas a ese individuo, no a la empresa de seguros", dijo.

La demanda de Connell dice que sus "lesiones, pérdidas y daños" fueron ocasionados por la negligencia y descuido del menor, quien debió saber que su "recibimiento enérgico" la lastimaría. Jainchill & Beckert dijo que Connell, una gerente de recursos humanos de 54 años de la ciudad de Nueva York, está siendo atacada en las redes sociales y "ha pasado por suficiente".

Lo peculiar de este caso llegó a ser un tema de gran debate en redes sociales, especialmente a partir de que ciertos medios le dieron cobertura. En Twitter ha sido denigrada como una tía terrible, la mujer más odiada de Estados Unidos y un ser humano espantoso. Muchos atacaron a Connell, ya que en una de sus declaraciones frente al jurado, aseguró que entre las consecuencias de la lesión generada por el niño, no podía sostener fácilmente un plato de aperitivos durante una fiesta a la que asistió recientemente.

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