El ex ministro de Transporte responsabilizó al titular de Planificación por la tragedia de Once
La defensa del ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime pidió hoy su absolución en el juicio por la tragedia de Once, que provocó 51 muertos, y se deslindó de toda responsabilidad al afirmar que el control de los trenes correspondía al ministerio de Planificación Federal, a cargo de Julio De Vido.
El abogado Andrés Marutián argumentó que Jaime no tuvo ninguna vinculación con el siniestro ferroviario del 22 de febrero de 2012 porque había dejado el cargo en 2009 y atribuyó responsabilidades a De Vido, ambos funcionarios del riñón del kirchnerismo.
"Mi defendido se alejó de la función de Secretario el 30 de junio de 2009, casi tres años antes de que se produjera el hecho que constituye el objeto procesal de la causa", sostuvo.
En su alegato ante el Tribunal Oral Federal 2 (TOF 2), Marutián recordó que en marzo de 2008 se sancionó la ley 2008 por la cual el control y fiscalización sobre el funcionamiento del sistema ferroviario pasó al ministerio de Planificación, a través de la Administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad del Estado y la sociedad Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado.
Marutián destacó que entre 2003 y 2009, cuando Jaime fue secretario de Transporte, no se produjo ningún accidente ferroviario, y apuntó al maquinista Marcos Antonio Córdoba por la tragedia de Once.
"En forma criminal, anuló voluntariamente el freno de hombre muerto que hubiera evitado esta tragedia", dijo el abogado al referirse a la actuación del motorman el día del siniestro ferroviario.
Todas las defensas atribuyeron la responsabilidad al maquinista, por considerar que el tren que conducía estaba en condiciones de frenar y Córdoba no accionó el mecanismo de freno.
Dos de las cuatro querellas que actúan en el juicio y el fiscal Fernando Arrigo cuestionaron el funcionamiento de la formación y la falta de recursos que la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA), concesionaria del servicio de la línea Sarmiento al momento de la tragedia, ponía en el mantenimiento de los trenes.
El fiscal Arrigo acusó en su alegato a Jaime, a su sucesor en la secretaría de Transporte Juan Pablo Schiavi y a los ex titulares de la Comisión Nacional de Regulación de Transportes (CNRT) Eduardo Sícaro y Pedro Ochoa Romero, de no haber controlado la concesión de TBA y el funcionamiento del servicio.
Arrigo pidió que Jaime sea condenado a 11 años de prisión y Schiavi a 10 años y 10 meses de cárcel por administración fraudulenta en concurso real con el delito de estrago culposo agravado.
La defensa del ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime pidió hoy su absolución en el juicio por la tragedia de Once, que provocó 51 muertos, y se deslindó de toda responsabilidad al afirmar que el control de los trenes correspondía al ministerio de Planificación Federal, a cargo de Julio De Vido.
El abogado Andrés Marutián argumentó que Jaime no tuvo ninguna vinculación con el siniestro ferroviario del 22 de febrero de 2012 porque había dejado el cargo en 2009 y atribuyó responsabilidades a De Vido, ambos funcionarios del riñón del kirchnerismo.
"Mi defendido se alejó de la función de Secretario el 30 de junio de 2009, casi tres años antes de que se produjera el hecho que constituye el objeto procesal de la causa", sostuvo.
Marutián destacó que entre 2003 y 2009, cuando Jaime fue secretario de Transporte, no se produjo ningún accidente ferroviario, y apuntó al maquinista Marcos Antonio Córdoba por la tragedia de Once.
"En forma criminal, anuló voluntariamente el freno de hombre muerto que hubiera evitado esta tragedia", dijo el abogado al referirse a la actuación del motorman el día del siniestro ferroviario.
Todas las defensas atribuyeron la responsabilidad al maquinista, por considerar que el tren que conducía estaba en condiciones de frenar y Córdoba no accionó el mecanismo de freno.
Dos de las cuatro querellas que actúan en el juicio y el fiscal Fernando Arrigo cuestionaron el funcionamiento de la formación y la falta de recursos que la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA), concesionaria del servicio de la línea Sarmiento al momento de la tragedia, ponía en el mantenimiento de los trenes.
El fiscal Arrigo acusó en su alegato a Jaime, a su sucesor en la secretaría de Transporte Juan Pablo Schiavi y a los ex titulares de la Comisión Nacional de Regulación de Transportes (CNRT) Eduardo Sícaro y Pedro Ochoa Romero, de no haber controlado la concesión de TBA y el funcionamiento del servicio.
Arrigo pidió que Jaime sea condenado a 11 años de prisión y Schiavi a 10 años y 10 meses de cárcel por administración fraudulenta en concurso real con el delito de estrago culposo agravado.
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